sábado, 29 de marzo de 2014

Islas del Caribe - Aruba

Actualmente Aruba es un país autónomo insular del Reino de los Países Bajos (Holanda), pero mantiene un amplio control sobre sus asuntos internos excepto cuestiones relacionadas con la defensa nacional, ciudadanía (sus ciudadanos poseen pasaporte holandés y por ende los arubianos gozan de los mismos derechos de los ciudadanos de la Unión Europea), relaciones exteriores y extradición. Posee sus propias leyes, constitución que data de 1986, gobierno y moneda oficial. Su poder judicial reside en la Corte Suprema de Justicia de Aruba, cuyos jueces son designados por Holanda. Su capital es Oranjestad.

Perteneció a las islas ABC (Aruba, Bonaire y Curazao) ubicadas frente a la costa del estado venezolano de Falcón, siendo las más occidentales de las Antillas Menores.
Sus primeros habitantes datan de la época del Paleoindio y aunque los hallazgos arqueológicos en las islas ABC datan de unos 4.000 años, es importante considerar que quizás sus primeros habitantes habrían ingresado caminando, vía la mesa continental, durante el último descenso considerable del mar hace 14.000 años, cuando estaban unidas al continente. Al respecto Geraldo Ardila de la Universidad Nacional de Colombia habla de la “inmigración de los pies secos” Paraguaná/Aruba, durante 18.000-14.000 años antes del presente, el nivel del mar descendió entre 60 y 130 metros con relación al actual nivel, dejando descubiertas grandes áreas y conectando territorios actualmente separados: Paraguaná y la Guajira, e incluso la Isla de Aruba.

En su proceso de conquista de América, España, coloniza Aruba desde 1499. Siendo la referencia más antigua de la isla la encontrada en el archivo del Registro Público Principal de la Ciudad de Caracas, Venezuela, donde se otorga en Cedula Real de noviembre de 1525 a Juan Martínez de Ampués el derecho de repoblar las islas inútiles de Oroba, Islas de los Gigantes y Buon Aire.

En 1678, en la obra de Exquemelin se constata que los indios Caquetíos en Aruba hablaban español y que una vez al año viene un padre de Coro.
De los Caquetíos, pobladores de las islas ABC durante el primer contacto con los conquistadores, no dejaron los cronistas ninguna información; con excepción de una nota sobre el ritual funerario de un Cacique Caquetío.
Sin embargo en Venezuela si poseemos información sobre este grupo indígena por lo que podemos derivar las características de los Caquetíos de las islas ABC desde este grupo en Venezuela

Los Caquetío, pertenecientes a la familia lingüística Arawak, fueron encontrados por los europeos en el litoral de Coro y en las islas de Curazao, Aruba y Bonaire, llamadas de los Gigantes, por las extraordinarias proporciones corporales de los indios, eran los más conspicuos representantes de aquella antigua población que había alcanzado cierto desarrollo cultural, como lo demuestran las colinas y terraplenes de tierra por ellos levantados en las sabanas de Zamora y Portuguesa de Venezuela. Su dominio se extendía hasta las altiplanicies de Cundinamarca en Colombia y por todo el cordón de las islas que forman las Antillas mayores y menores. Eran gentes de índole pacífica, de hábitos sedentarios y expertos agricultores, que constituían la casi totalidad de la población de Venezuela en el siglo XIV (Jahn, 1973).

En relación a su sistema de creencias podemos decir que los Caquetío atribuían a su Cacique soberano, llamado Diaos, en la lengua caquetía, carácter divino, en virtud del cual estaba investido de poderes sobrenaturales que le permitían gobernar los fenómenos de la naturaleza, producir lluvia cuando la necesitaban para regar sus siembras, detenerla cuando era necesario, hacer que las cosechas de sus conucos fueran escasa o abundantes y detener las crecientes de los ríos.

Era tal el respeto que profesaban a sus Caciques, sobre todo al soberano de Paraguaná, que no le permitían caminar a pie. Los señores nobles de la Corte los conducían en hombros, tendidos en hamacas tejidas de algodón o con fibras de cocuiza o de maguey, con la mayor reverencia y sumisión, para donde quiera que ellos necesitaran ir.
La población Caquetía estaba dividida en dos clases: los nobles y guerreros, y  los plebeyos; los nobles se distinguían por las pinturas que usaban, por un pedazo de piel de tigre o por los collares con que se adornaban, hechos con los dientes de sus enemigos. Los hombres usaban calabazas (estuche fálico) y las mujeres pequeños refajos llamados «maures», con los que se cubrían las partes; untábanse el cuerpo de onoto y jagua, llamada buxera en su lengua.
La religión consistía en ofrendas al sol, a la luna y a los elementos; y a los dioses de cada tribu y de cada familia, representados en ídolos de oro, de barro, de madera y de piedra labrada y a los Diaos, considerados como seres sobrehumanos; estas ofrendas eran hechas por los Boratios o sacerdotes, y eran tales como sahumerios de tabaco, ceremonias y danzas. Los Boratios eran fundamentalmente sacerdotes, con conocimiento de etnobotanica medicinal, ciclos estaciónales y sobre el comportamiento animal. Intervenían como consejeros de las elites gobernantes y en los asuntos bélicos. Además de organizar la producción a través de los calendarios agrícolas, de caza y de pesca. Organizaban los ritos agrícolas y demás actividades sociales y  económicas. Los Caquetío creían en un espíritu bueno de quien recibían todo el bien, y en otro malo al que atribuían las enfermedades, la muerte y las malas cosechas.
En cuanto a su organización social y política vivían en villas o aldeas indígenas. La  nación estaba dividida en multitud de comunidades, sometidas cada una de ellas a la autoridad de un cacique; pero todos los caciques reconocían de una manera absoluta, la autoridad soberana del Gran Cacique Paraguaná.
Este Cacique representaba a una nación que tenía como principio servir al jefe, brindándole toda clase de comodidades. En sus recorridos, el jefe caquetio era transportado en hamaca o en andas, cargado por sirvientes de su propia tribu. Su área de influencia abarcaba además las islas circunvecinas, hoy llamadas Aruba y Curazao. Su centro de poder lo tenía ubicado en el poblado de Todariquiba, cerca de la actual Sabaneta. Luego de la fundación de Coro, en 1527, se traslada a esa ciudad. Entró en contacto con los españoles a través de sus guerreros Baracuyra y Baltasar. En principio, negociaron la paz con Gonzalo de Sevilla, asistente de Juan de Ampíes, hacia el año 1522.
La sociedad Caquetía alcanzó un alto grado de desarrollo de las fuerzas productivas, una marcada división social del trabajo altamente especializada en sus diversos componentes de la economía: estas circunstancias sociales y económicas permitían planificar una economía excedentaria cuyos productos excedentarios sustento el financiamiento de actividades de índole no económica realizadas por las elites políticas, religiosas, militares y de artesanos especialistas. Por otra parte logró la acumulación de bienes a través del cobro de tributos. Las bases productivas de los Caquetío dio origen a las clases sociales: la clase caciquil y la sacerdotal quienes recibían y administraban el excedente producido por la clase de los trabajadores (naborias), comuneros, servidumbre (prisioneros de guerra generalmente) y gente natural (Salazar, 2003).
En 1636 Aruba fue conquistada por los Países Bajos, por la compañía holandesa de las Indias Occidentales, quienes mantuvieron un control de la isla durante casi dos siglos.
Durante las Guerras Napoleónicas los ingleses mantuvieron el control de Aruba desde 1805 hasta 1816 cuando fue devuelta a los Países Bajos.
En 1828 queda bajo el control de las Indias Occidentales Danesas para que en 1848 pase a formar parte de las Antillas Neerlandesas. Durante el siglo XIX se consiguió y exploto oro en la isla lo que llevo una notoria prosperidad a la isla. A este auge se sumó la apertura de una refinería petrolera de la Standard Oil en 1924, en el puerto de San Nicolás. En 1927 se establece en el área de “Druif”, muy cerca del puerto de Oranjestad, la “Eagle Refinery Company” una compañía petrolera filial de “SHELL”, que importaba el petróleo de Venezuela.

Referencia
Debrot, R. (s/f). Aruba Indígena. Barranquilla: Gráficas Lourdes Ltda.
Piñerúa, F. (2008). Venezuela Desde Sus Orígenes. Caracas: La Casa Tomada.

ARUBA
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia Arguinzones
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio

lunes, 24 de marzo de 2014

Pueblos de Francia - Fabrica de Perfume en Éze

Éze es una pequeña población y comuna francesa, situada en el antiguo Condado de Niza, actual departamento de Alpes Marítimos y en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul y en ella encontramos una fábrica de perfume.

El nombre perfume proviene del latín per (por) y fumare (a través del humo) y hacía referencia a la sustancia aromática que desprendía un humo fragante al ser quemado, usado para sahumar.

En la Edad Media se fabricaron ungüentos con sustancias aromáticas, musgos incluidos y después de un periodo de utilizar animales. En los siglos XVIII y XIX se volvió al agua de flores. Sin embargo el uso de sustancias aromáticas es muy antiguo puesto que probablemente el hombre en la prehistoria pudo haber encendido algunas ramas o resinas que desprendieron un humo con olor agradable que subía al cielo, lo que les hizo pensar en utilizarlo como ofrenda a los dioses.
En la antigua Sumeria (3.500 a.C.) ya existían ungüentos y perfumes, puesto que en el sepulcro de la reina Schubab, los arqueólogos hallaron junto a su cuerpo una cucharita y un pequeño frasco con filigrana de oro que probablemente guardaba sustancias aromáticas. Igualmente en la Epopeya de Gilgamesh (2.300 a.C.) se encuentran citas referidas a la perfumería y a la cosmética.
Los sacerdotes egipcios literalmente fumigaban sus oraciones con perfumes que ellos mismos elaboraban con mirra, resina de terebinto, gálbano, olíbano, ládano, etc. Los aceites perfumados, los ungüentos y las pinturas también formaban parte del rito. Así creían obtener la protección de los dioses y asegurarse el paso al más allá.

De regreso a Éze, esta pequeña población es considerada la capital mundial del perfume. Muchos de los “narices” se han formado o han pasado por Éze donde aprenden a distinguir más de 2000 tipos de olores y en sus localidades se producen más de dos tercios de las fragancias naturales de Francia para colonias y sabores alimentarios. Su microclima cálido, disponibilidad de agua y protegido de la brisa marina alentó el cultivo de flores, destacándose el Jazmín traído al sur de Francia por los Moros en el siglo XVI.


La actividad principal de las perfumerías en Éze se dedica a la producción de materias primas naturales (aceites esenciales, concretos, absolutos, resinoides y destilación molecular) y la producción de concentrados, también llamado jugo. Un concentrado es el producto principal que cuando se diluye en al menos un 80% proporciona un perfume. También los aromas alimentarios, que se desarrollo desde 1970, representan más de la mitad de producción hoy.
En nuestro recorrido visitamos la Perfumería Fragonard que fue establecida en 1926 convirtiéndose en una de las fábricas más antiguas de la ciudad de Éze.


FABRICA DE PERFUME EN ÉZE
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio

domingo, 16 de marzo de 2014

Pueblos de Italia - Galería de Los Lanzi

En el centro de la ciudad de Florencia, Italia, encontramos la galería de Los Lanzi, también conocida como galería de la Signoria (Señoría), fue pensada como un lugar para las asambleas y las ceremonias púbicas durante el Señorío; fue construida entre los años 1376 y 1382 por Benci di Cione y por Simone di Francesco Telanti. Después de la caída de la república se asentaron los soldados del Duque Alessandro I de Medici, los `Lansquenete´ (soldados mercenarios alemanes) de aquí el nombre despectivo de `Lanzi´. Fue Cosimo I quien cambio la función de política a artística y la hizo convertir en un lugar para artistas y escultores.


Desde el punto de vista arquitectónico la construcción une elementos góticos, como las pilastras de la fachada y el coronamiento, decorada de azulejos en forma de lóbulos con el escudo de la República simbolizando las Virtudes  teologales  y cardenales, con elementos clásicos como los grandes arcos.

A la derecha en primera fila se admira el grupo marmoleo del Rapto de las Sabinas (1583) y  Hércules y el Centauro Neso (1599) de Giambologna. Después hay una copia helenística de Menelao que sostiene el cuerpo de Patroclo y el Rapto de Polixena (1866) de P. Fedi.

Debajo de la arcada izquierda se puede ver el Perseo en el momento que muestra la cabeza de la Medusa (1554) bronce de B. Cellini


Referencia
Santacroce, E. (2006). Florencia: La ciudad, los monumentos, los museos, los Medici. Livorno: Sillabe.

GALERÍA DE LOS LANZI
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio

domingo, 9 de marzo de 2014

Cultura Romana – Éfeso

Los orígenes de Éfeso se tejen entre la historia y el mito. Y ella se ha encontrado cerámica micénica y se cree es la antigua Apasa, capital del reino de Arzawa, mencionada por los hititas. Por su parte Heródoto dice que se llamo Éfeso por una reina de las Amazonas. Esta ciudad también fue conocida como Samorna, Trecheia, Ortigia y Ptelea.



La Éfeso griega data del siglo XI a.C. y se debe su fundación a los colonos atenienses liderados por Androclo, hijo del rey Codros. Al respecto la ciudad fue originalmente habitada por los léleges o carios (uno de los primeros pueblos originarios de Grecia, el Mar Egeo y el sudoeste de Anatolia, que ya debían encontrarse en esas regiones cuando arribaron los primeros grupos indoeuropeos de los helenos). Estos colonizadores atenienses fueron los fundadores de Jonia, ubicada en Asia Menor y bordeada por el Egeo, fue origen de famosas ciudades como Colofón, Esmirna, Focea, Mileto, Quíos, Priene, Samos y Éfeso entre otras. Jonia adquiere un carácter cosmopolita, abierto a todas las corrientes civilizadoras y al intercambio cultural, así emergen en Jonia una serie de intelectuales, científicos y filósofos como Tales, Anaximandro y Anaxímedes de Mileto, Jenófanes de Colofón, Pitágoras de Samos y Heráclito de Éfeso.


Esta ciudad fue invadida por los cimerios o gómeres, un grupo nómada ecuestre que habitaban originalmente la región norte del Cáucaso y el mar Negro (siglo VIII a.C.) o según registros asirios Azerbaiyán (714 a.C.), quienes invadieron el Asia Menor durante el reinado de Ardis de Lidia (644 a.C. – 625 a.C.). Subieron por el valle del Caistro y llegaron a Éfeso, en estos ataques fue destruida la ciudad de Magnesia. Después de eso, Éfeso queso bajo dominio lidio y después de Persia (siglo VI a.C.).



Se piensa que para el 499 a.C.  Éfeso no tenía barcos de guerra, y por tanto se supone que no participo en la revuelta jónica donde los griegos por primera vez se enfrentaron a los persas, aunque simpatizaba con ella. Por este motivo se piensa que Jerjes I aunque incendio algunos templos en la región al de Éfeso no.


El ateniense Tucídides (460 a.C. – 396 a.C.), considerado el padre de la historiografía científica por considerar las evidencia en función de causa – efecto sin referencia a la intervención de los dioses, la consideraba una especie de ciudad sagrada.


Casi al final del conflicto militar entre atenienses y espartanos conocido como la guerra del Peloponeso (431 a.C. – 404 a.C.), el comandante ateniense Trasilo desembarco en Éfeso con idea de saquearla pero el sátrapa persa Tisafernes evito el saqueo derrotando a los atenienses.

Éfeso permaneció en manos de los persas hasta la época de Alejandro Magno, al que acogió como liberador (+/- 334 a.C.).

Durante la época de Lisímaco de Tracia la ciudad fue arrasada por las aguas (322 a.C.) y luego reconstruida para luego pasar a la protección del Reino de Pérgamo (241 a.C. – 133 a.C.).

A la muerte de Atalo I rey de Pérgamo en el 133 a.C. y sus dominios pasaron a Roma, se creó la provincia romana de Asia de la que Éfeso fue la capital y residencia del gobernador.

Cuando Mitrídates VI, rey del Ponto desde el 120 a.C., invadió Jonia fue recibido en Éfeso y este nombro al general griego Filopemen gobernador de Éfeso. Para que luego el distinguido militar romano Lucio Cornelio Sila Félix derrotara a Mitrídates e impusiera el dominio romano sobre Éfeso. Después de eso Éfeso no tuvo autonomía y paso a ser un puerto romano.

Antes de la batalla de Accio el 31 a.C., entre las flotas de Octavio dirigida por Agripa y la de Marco Antonio y su aliada Cleopatra, la flota de estos últimos estaba en Éfeso. Luego de la batalla y con la victoria de Octavio este dedico la ciudad a Julio Cesar levantado una estatua suya. Éfeso prosperó durante el Imperio Romano.
En el 262 d.C., Éfeso fue asolada por los godos. El templo quedó destruido y desde entonces perdió importancia.

Los actuales restos de la antigua ciudad de Éfeso pertenecen en su gran mayoría al periodo romano.


Referencia
Barceló, P. (2008). Breve Historia de Grecia y Roma. Madrid: Alianza Editorial.
Erdemgil, S. (2013). Éfeso. Istanbul: Net Turistik.

ÉFESO
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia Arguinzones
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio