miércoles, 22 de junio de 2016

Pueblos de Portugal - Coimbra

Los romanos llamaron Æminium al asentamiento que dio origen a la ciudad de Coimbra, ubicada en una colina sobre el río Mondego.
          El lugar cayó bajo la influencia administrativa de la ciudad romana de Conímbriga, que era entonces la ciudad más grande y más cercana a la actual ciudad de Coimbra, hasta que este sitio fue saqueado por los suevos y los visigodos entre 569 y 589. Luego, se convirtió en la sede de una diócesis, en sustitución de Conímbriga, siendo crucial para este cambio su situación en la confluencia del tráfico norte-sur que conectaba la ciudad romana Bracara Augusta (Braga) y Olissipo (Lisboa), y además su acceso al río proporcionaba una ruta fluvial entre las comunidades del interior y las ciudades costeras. La sustitución del poblado y del obispado de Conímbriga a Aeminium resultó en el cambio de nombre de Conimbriga a Colimbria.
          Durante la época visigoda, siglo VIII, el condado de Coimbra fue instituido por el rey Witiza como un sub-condado de sus dominios. Fue establecido como feudo para su hijo, el príncipe Ardabast, con sede en Eminio (nombre visigodo de Coimbra) que persistió hasta la invasión musulmana.
           Las primeras campañas musulmanas que ocuparon la Península Ibérica se produjeron entre 711 y 715, y entonces Coímbra capituló a Musa ibn Nusair en 714. Qulumriyah era el centro urbano más grande en la región al norte del valle del Tajo, la ciudad se tornó en un recinto amurallado y formó parte del Al-Ándalus con una importante comunidad mozárabe, siendo un lugar estratégico para el comercio entre el norte cristiano y el sur árabe. Los mozárabes o “no creyentes” (cristianos y judíos) en el islam tenían su propia cultura, organización política y prácticas religiosas que eran toleradas, aunque estaban obligados a pagar impuestos de los que los musulmanes se veían eximidos, además de contar con otro tipo de restricciones, pues no se destruían las iglesias ya edificadas pero no se permitia construir otras ni arreglar las ya existentes. A medida que la cultura islámico-oriental arraigó en los territorios peninsulares, los mozárabes se fueron arabizando y muchos de ellos, por diversos motivos, se convirtieron al islam.
          La reconquista cristiana obligó a las fuerzas musulmanas a abandonar temporalmente la región. Sucesivamente los moros volvieron a tomar el castillo en 987. En 1064 la ciudad fue reconquistada por Fernando I de León. Coímbra renace y se convierte en la ciudad más importante al sur del Duero, capital de un vasto condado gobernado por el mozárabe Sisnando Davídiz.
          El Condado de Coímbra y el Condado Portucalense se integraron más tarde en un solo dominio bajo la mayordomía de Enrique de Borgoña en 1096, cuando Enrique de Borgoña se casó con Teresa de León, hija ilegitima de Alfonso VI de León. Enrique amplió las fronteras del Condado, enfrentando a las fuerzas moras. Teresa, condesa de Portucalense y Coímbra, unificó sus posesiones. Su hijo, Afonso Enríquez, envió expediciones al sur y al oeste, consolidando una red de castillos que incluían Leiria, Soure, Rabacal y Ansiao.
          Entre sus seguras murallas nacería el primer rey de Portugal, Afonso I de Portugal, que la nombraría capital del Condado, en detrimento de Guimaraes. Hasta 1255 Coímbra  no perdió este privilegio, cuando la capital portuguesa pasó a ser Lisboa.
          La Universidad de Coímbra es la primera Universidad de Portugal y una de las más antiguas de Europa, fue fundada como Studium Generale en Lisboa en 1290 por el rey Dionisio I. La Universidad fue trasladada a Coímbra en 1308, pero en 1338 el rey Afonso IV la hizo volver a Lisboa. La Universidad fue transferida definitivamente a las instalaciones del Palacio Real de Coímbra en 1537 por el rey Juan III, y fue expandida en 1544 para ocupar el Palacio real de Coímbra. Desde mediados del siglo XVI la historia de la ciudad gira en torno a la Universidad de Coímbra. Durante muchas décadas, varios colegios fueron establecidos por las órdenes religiosas que proporcionaban una alternativa a la instrucción oficial de la Universidad, pero terminaron gradualmente con la secularización de la educación en Portugal.
          En el siglo XII, Coímbra presenta ya una estructura urbana dividida entre la ciudad Alta o Almedina, donde vivían los aristócratas, los clérigos y, más tarde los estudiantes, y por Baja, junto al río Mondego, la zona del comercio, los artesanos, así como de otras actividades laborales, además del antiguo y del nuevo barrio judío. La ciudad estaba rodeada por una muralla fortificada, de los cuales algunos tramos aún son visibles, como la Puerta de Almedina. Mientras tanto, en la periferia, varias aglomeraciones del municipio comenzaron a crecer, sobre todo alrededor de los monasterios y conventos que se desarrollaron en Celas, Santa Clara y Santo Antonio dos Olivais.
          En los siglos XV y XVI, durante la era de los descubrimientos, Coímbra fue de nuevo uno de los principales centros artísticos de Portugal gracias al mecenazgo local y el real. Los obispos de Coímbra, las órdenes religiosas y el rey Manuel I apoyaron artistas Diogo Pires, el viejo, Diogo Pires, el Mozo (padre e hijo), marcos Pires, Joao de Castilho, Diogo de Castilho y los franceses Juan de ruan y Nicolás Chanterenne, entre otros, que dejaron importantes obras manuelinas y renacentistas en la ciudad.
           En 1772, el Marqués de Pombal, primer ministro del rey José I, llevó a cabo una profunda reforma de la universidad, donde el estudio de las ciencias obtuvo una gran importancia.
          A partir del siglo XIX la ciudad empieza a expandirse más allá del casco amurallado, que llega incluso a desaparecer por las reformas llevadas a cabo por el Marqués de Pombal.
          La primera mitad del siglo XIX fue un tiempo difícil para Coímbra, con la ocupación de la ciudad por las tropas francesas y, posterirormente, la extinción de las órdenes religiosas. Durante la invasión de Portugal por Napoleón Bonaparte, una milicia portuguesa, dirigida por el coronel británico Nicholas Trant en 1811 logra conservar la ciudad contra el ejército francés que estaba en retirada.
          Durante la segunda mitad del siglo XIX, la ciudad recuperó el esplendor que había perdido. En 1854, tras la expulsión de las órdenes religiosas y las reformas municipales, la necesidad de reorganizar el municipio de Coímbra forzó algunos cambios en las divisiones administrativas para producir un plan para reducir, suprimir, demarcar y establecer las parroquias civiles en la ciudad de Coímbra y sus suburbios.
          En el siglo XX proyectos de construcción civil en toda la región marcaron la actividad económica del territorio, con nuevas áreas como Montes Claros, Arregaca, Cumeada y Calhabé. Las expansión del barrio de Santa Cruz, la demolición de la zona residencial en la Alta de Coimbra (1940-1950) para ampliar la Universidad.

         
          COIMBRA
          AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
          DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
          FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio

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