Los
romanos llamaron Æminium al
asentamiento que dio origen a la ciudad de Coimbra, ubicada en una colina sobre
el río Mondego.
El
lugar cayó bajo la influencia administrativa de la ciudad romana de Conímbriga,
que era entonces la ciudad más grande y más cercana a la actual ciudad de
Coimbra, hasta que este sitio fue saqueado por los suevos y los visigodos entre
569 y 589. Luego, se convirtió en la sede de una diócesis, en sustitución de
Conímbriga, siendo crucial para este cambio su situación en la confluencia del
tráfico norte-sur que conectaba la ciudad romana Bracara Augusta (Braga) y
Olissipo (Lisboa), y además su acceso al río proporcionaba una ruta fluvial
entre las comunidades del interior y las ciudades costeras. La sustitución del
poblado y del obispado de Conímbriga a Aeminium resultó en el cambio de nombre
de Conimbriga a Colimbria.
Durante
la época visigoda, siglo VIII, el condado de Coimbra fue instituido por el rey
Witiza como un sub-condado de sus dominios. Fue establecido como feudo para su
hijo, el príncipe Ardabast, con sede en Eminio (nombre visigodo de Coimbra) que
persistió hasta la invasión musulmana.
Las primeras campañas musulmanas que ocuparon
la Península Ibérica se produjeron entre 711 y 715, y entonces Coímbra capituló
a Musa ibn Nusair en 714. Qulumriyah era el centro urbano más grande en la
región al norte del valle del Tajo, la ciudad se tornó en un recinto amurallado
y formó parte del Al-Ándalus con una importante comunidad mozárabe, siendo un
lugar estratégico para el comercio entre el norte cristiano y el sur árabe. Los
mozárabes o “no creyentes” (cristianos y judíos) en el islam tenían su propia
cultura, organización política y prácticas religiosas que eran toleradas,
aunque estaban obligados a pagar impuestos de los que los musulmanes se veían
eximidos, además de contar con otro tipo de restricciones, pues no se destruían
las iglesias ya edificadas pero no se permitia construir otras ni arreglar las
ya existentes. A medida que la cultura islámico-oriental arraigó en los
territorios peninsulares, los mozárabes se fueron arabizando y muchos de ellos,
por diversos motivos, se convirtieron al islam.
La
reconquista cristiana obligó a las fuerzas musulmanas a abandonar temporalmente
la región. Sucesivamente los moros volvieron a tomar el castillo en 987. En
1064 la ciudad fue reconquistada por Fernando I de León. Coímbra renace y se
convierte en la ciudad más importante al sur del Duero, capital de un vasto
condado gobernado por el mozárabe Sisnando Davídiz.
El
Condado de Coímbra y el Condado Portucalense se integraron más tarde en un solo
dominio bajo la mayordomía de Enrique de Borgoña en 1096, cuando Enrique de
Borgoña se casó con Teresa de León, hija ilegitima de Alfonso VI de León.
Enrique amplió las fronteras del Condado, enfrentando a las fuerzas moras.
Teresa, condesa de Portucalense y Coímbra, unificó sus posesiones. Su hijo,
Afonso Enríquez, envió expediciones al sur y al oeste, consolidando una red de
castillos que incluían Leiria, Soure, Rabacal y Ansiao.
Entre
sus seguras murallas nacería el primer rey de Portugal, Afonso I de Portugal,
que la nombraría capital del Condado, en detrimento de Guimaraes. Hasta 1255
Coímbra no perdió este privilegio, cuando
la capital portuguesa pasó a ser Lisboa.
La
Universidad de Coímbra es la primera Universidad de Portugal y una de las más
antiguas de Europa, fue fundada como Studium
Generale en Lisboa en 1290 por el rey Dionisio I. La Universidad fue
trasladada a Coímbra en 1308, pero en 1338 el rey Afonso IV la hizo volver a
Lisboa. La Universidad fue transferida definitivamente a las instalaciones del
Palacio Real de Coímbra en 1537 por el rey Juan III, y fue expandida en 1544
para ocupar el Palacio real de Coímbra. Desde mediados del siglo XVI la
historia de la ciudad gira en torno a la Universidad de Coímbra. Durante muchas
décadas, varios colegios fueron establecidos por las órdenes religiosas que
proporcionaban una alternativa a la instrucción oficial de la Universidad, pero
terminaron gradualmente con la secularización de la educación en Portugal.
En
el siglo XII, Coímbra presenta ya una estructura urbana dividida entre la
ciudad Alta o Almedina, donde vivían los aristócratas, los clérigos y, más
tarde los estudiantes, y por Baja, junto al río Mondego, la zona del comercio,
los artesanos, así como de otras actividades laborales, además del antiguo y
del nuevo barrio judío. La ciudad estaba rodeada por una muralla fortificada,
de los cuales algunos tramos aún son visibles, como la Puerta de Almedina.
Mientras tanto, en la periferia, varias aglomeraciones del municipio comenzaron
a crecer, sobre todo alrededor de los monasterios y conventos que se
desarrollaron en Celas, Santa Clara y Santo Antonio dos Olivais.
En 1772, el Marqués de Pombal, primer ministro
del rey José I, llevó a cabo una profunda reforma de la universidad, donde el
estudio de las ciencias obtuvo una gran importancia.
A
partir del siglo XIX la ciudad empieza a expandirse más allá del casco amurallado,
que llega incluso a desaparecer por las reformas llevadas a cabo por el Marqués
de Pombal.
La
primera mitad del siglo XIX fue un tiempo difícil para Coímbra, con la
ocupación de la ciudad por las tropas francesas y, posterirormente, la
extinción de las órdenes religiosas. Durante la invasión de Portugal por Napoleón
Bonaparte, una milicia portuguesa, dirigida por el coronel británico Nicholas
Trant en 1811 logra conservar la ciudad contra el ejército francés que estaba
en retirada.
Durante
la segunda mitad del siglo XIX, la ciudad recuperó el esplendor que había perdido.
En 1854, tras la expulsión de las órdenes religiosas y las reformas
municipales, la necesidad de reorganizar el municipio de Coímbra forzó algunos
cambios en las divisiones administrativas para producir un plan para reducir,
suprimir, demarcar y establecer las parroquias civiles en la ciudad de Coímbra
y sus suburbios.
En
el siglo XX proyectos de construcción civil en toda la región marcaron la
actividad económica del territorio, con nuevas áreas como Montes Claros,
Arregaca, Cumeada y Calhabé. Las expansión del barrio de Santa Cruz, la
demolición de la zona residencial en la Alta de Coimbra (1940-1950) para
ampliar la Universidad.
COIMBRA
AUTOR: Félix
Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily
Gavidia
FOTOGRAFÍA: Félix
Piñerúa Monasterio
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