domingo, 7 de febrero de 2016

Pueblos de Portugal - Braga

Situada al norte, es la capital del distrito homónimo, la antigua Bracara Augusta, también es conocida como la ciudad de los obispos, Braga es la tercera ciudad más poblada de Portugal.

Aunque existen vestigios humanos desde el neolítico, como demuestra el monumento megalítico de Mamoa de Lamas, solo se puede demostrar la existencia de asentamientos en Braga desde la Edad de Bronce.

En la Edad del Hierro, se desarrollaron los castros, asentamientos en lugares de relieves altos de origen celta, esta región estaba habitada por los brácaro, un pueblo celta prerromano.

El primer contacto entre brácaros y romanos tuvo lugar entre 138 y 136 a.C., con las expediciones militares romanas de reconocimiento, luego la región fue tomada por los romanos. Desde entonces, y ya fundada Bracara Augusta en el 15 al 16 a.C., la región vivió en paz, convirtiéndose en la capital de la provincia de la Gallaecia.

La caída del Imperio Romano dio lugar a la conquista de la Gallaecia por los suevos en el 411, que mantendrían la capital hasta la derrota de estos por los visigodos en el año 585. Braga permanecería bajo dominio visigodo hasta la invasión musulmana de Hispania.

En el 716, los árabes conquistaron Braga y fue reconquistada por Alfonso III de Asturias, en el 868 y tras su fallecimiento, Alfonso III el Magno dividió su reino entre sus hijos en el 908, asigno el Reino de Galicia a Ordoño I de Galicia, que fijo su capital en Braga. No obstante, la muerte de su hermano García I le otorgaría la corona del Reino de León, pasando Galicia a depender de dicho reino y perdiendo Brega su condición de capital.

 En el siglo XI la ciudad fue reorganizada. La construcción de la muralla y de la catedral se inicio por orden del obispo Pedro de Braga, sobre los restos de un antiguo templo romano dedicado a Isis, que más tarde se convirtió en una iglesia. En 1071 se fundó el arzobispado de Braga, convirtiéndose Pedro en su primer arzobispo.

En 1093, Braga fue ofrecida como dote por Alfonso VI de León, a su hija Teresa, en la ocasión de su matrimonio con Enrique de Borgoña, conde de Portugal. Estos fueron los señores de la ciudad entre 1096 y 1112, cuando Enrique de Borgoña donó la ciudad a los arzobispos.


Tras la independencia de Portugal, proclamada por Afonso Henriques el 1128 en una primera instancia en Guimaraes y consolidada en 1139 al ser reconocida por Alfonso VII de León en 1143. Braga pasó a formar parte del nuevo reino.
En 1327, el rey Afonso IV invadió la jurisdicción temporal del entonces arzobispo Gonsalo Pereira y nombró notarios del reino a Braga. El arzobispo los excomulgó y los expulsó de la ciudad. En 1402, el arzobispo Martinho Afonso de Miranda dio la jurisdicción de la ciudad a la corona, a cambio de rentas y otras concesiones, así como de la regulación de las obligaciones de los agricultores y artesanos de Braga.
En 1472, el rey Afonso V restauró la jurisdicción temporal de Braga al arzobispo Luís Pires y a partir de este momento los arzobispos comenzaron a utilizar el título de “Señor de Braga y Primado de las Hespanhas”.
Desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII, por intermedio de varios arzobispos, los edificios de arquitectura medieval fueron remplazados por otros de estilo religioso barroco y neoclásico.
A finales del siglo XX, Braga tuvo un gran desarrollo convirtiéndose en la tercera ciudad más importante de Portugal.


Referencias
 Hermano, J. (1989). Historia de Portugal. Madrid: Alianza.
Martínez Peñin, R. (2015). Braga and its Territory Between the Fifh and the Fifteen Centuries. Braga: Universitat de Lleida y Universidad del Miño.

BRAGA
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio

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