El Carbúnculo es una de las
formas de expresión del mundo de los encantos, en el Perú. Se le describe en
general como una misteriosa luz, a veces errante que aparece por las noches. Es
indicativa de oro y riqueza, pero también de enfermedad y muerte. Por tanto es ambivalente.
En la Venezuela rural se le conoce como "Luz de Muerto" y esta guía a los
escogidos hacia donde están enterrados los tesoros de aquellos que por mezquindad
o desconfianza enterraron sus bienes materiales, exigiendo para su desentierro
o bien misas o la muerte de un ser humano que debe ser enterrado en el sitio
donde se saco el tesoro, en este último caso se le conoce como "Entierro de Vigía".
Regresando al Perú, para el antropólogo
Alfredo Narváez el origen del carbúnculo debe tener un profundo contenido
religioso, por lo menos desde la época Inca, que no ha sido explicado. En las
versiones actuales, este contenido religioso se halla implícito aunque ha
devenido en parte, en los conceptos coloniales de tesoros que encierran las
Huacas. El hecho de que varias versiones expliquen enfermedad o muerte a quienes
han sido escogido para tal visión, puede implicar, además, el sentido de tabú
que encierra y que tiene su origen como una piedra perteneciente al Inca, hijo
del Sol.
El fuego nocturno, o lo que podríamos
llamar “el sol de la noche”, se relaciona con oro y felinos, dueños de la
oscuridad. Por todo ello, tal vez, las versiones lambayecanas referidas al “foco”,
“linterna” o “bolas de fuego”, etc. Son una reminiscencia del antiguo Intip
Tokay.
La piedra del Inca o Intip Tokay,
elemento sagrado de la Isla del Sol en el lago Titicaca (Titi: gato y caca:
peña), se convierte en un rubí, una piedra preciosa, sinónimo de riqueza
codiciada por los españoles, versión que aún se conserva en los territorios
lambayecanos. El carbúnculo, como hemos visto, también es sinónimo de un tesoro
escondido.
"Desde su roca, titi, el de los luminosos ojos fosforescentes, crea el sol, la luna y las estrellas; luego, metamorfoseado en su aspecto humano, vestido de blanco unku, Kon Titi Wiracocha Pacha Yachachi, creador del universo, los pinta de colores, los divide en grupos a los que denomina con los gentilicios de las etnias que serán históricas, les nombra sus kuraqkuna, y les da la orden de ir al Uqhu Pacha, el universo de adentro con la indicación de que se hagan presente en el lugar que escuchen que se llama a su respectiva etnia. La nueva humanidad que pertenece a la creación de la luz y del fuego, ingresa al Uqhu Pacha por la gran paqarina que es el lago Titiqaqa".
Referencia
Narváez, A. (2001). Dioses Encantos y Gentiles. Chiclayo:
Instituto Nacional de Cultura – Lambayeque.
EL CARBÚNCULO
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia Arguinzones
La narracion de esta leyenda es bien interesante y hace que uno se interese en conocer aun mas de sus misterios
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