Los Yabarana habitan en el estado Amazonas de Venezuela en las inmediaciones del río Ventuari y pertenecen a la familia lingüística Caribe. Dentro de su mitología conseguimos un mito muy similar al de los indios Warao (Las Hijas de Waniku) relacionado al incesto, la menstruación y la Luna. Así tenemos que los mitos son ante todo manifestaciones psíquicas que reflejan la naturaleza del alma, del inconsciente colectivo. Y para Jung (2003) lo inconsciente colectivo es cualquier otra cosa antes que un sistema personal encapsulado; es objetividad amplia como el mundo y abierta al mundo. Soy el objeto de todos los sujetos, en una inversión total de mi conciencia habitual, en la que siempre soy un sujeto que tiene objetos. Allí estoy incorporado a la más inmediata compenetración universal. De igual forma el Mito hace alusión a un Tiempo sagrado donde los dioses reinan y la perfección y la imperfección no existen, no son cognoscibles por nuestros parámetros. El Tiempo sagrado es por su propia naturaleza reversible, en el sentido de que es un tiempo mítico primordial hecho presente, atemporal, ni continuo ni homogéneo. Toda fiesta religiosa, todo tiempo litúrgico, consiste en la reactualización de un acontecimiento sagrado que tuvo lugar en un pasado mítico, al comienzo. De acuerdo a Eliade (1983) el Tiempo sagrado es indefinidamente recuperable, indefinidamente repetible. Desde un cierto punto de vista, podría decirse de él que no “transcurre”, que no constituye una “duración” irreversible. Es un tiempo ontológico por excelencia; siempre igual a sí mismo, no cambia ni se agota.
El mito Yabarana relacionado al origen de la Luna nos cuenta como una muchacha fue requerida en plena noche por un joven misterioso. A la mañana siguiente, la muchacha quiso conocer a su amante pero éste habíase ya fugado. Para la noche siguiente, pintó la muchacha sus senos con onoto, esperando que el día siguiente reconocería al joven por las manchas rojas de la cara. Pero el joven quitóse las manchas de onoto con el aceite de la palma seje y la muchacha no pudo dar con él. Esta volvió a pintar sus senos con una pintura más fuerte e imborrable: la pintura negra del matapalo.
¡Terrible sorpresa! A la mañana siguiente vio las manchas negras en la cara de su propio hermano. Por miedo al castigo espantoso que a esto seguiría, el incestuoso hermano huyó hasta los confines de la tierra, en donde se transformo en la Luna.
Las manchas negras de su cara pueden aún hoy verse en la Luna en sus períodos de crecimiento y mengua. Y si esas manchas se hacen rosadas en cada fase, es porque ellas obligan a la mujer en su fase de menstruación.
Referencias
Piñerúa, F. (2005). Imagen del indígena Venezolano. Caracas: La Casa Tomada.
Wilbert, J. (1966). Indios de la Región Orinoco – Ventuari. Caracas: Instituto Caribe de Antropología y Sociología. Fundación la Salle de Ciencias Naturales.
CÓMO APARECIÓ LA LUNA
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia Arguinzones
CÓMO APARECIÓ LA LUNA
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia Arguinzones
Muy bueno ♥
ResponderEliminarMuy bueno ♥
ResponderEliminarGracias
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