domingo, 9 de junio de 2019

Ateneo de Madrid - Culturas Precolombinas

El Ateneo de Madrid es una institución cultural privada, fundada en 1820 por intelectuales españoles a su regreso del exilio en Francia e Inglaterra a causa de la persecución de Fernando VII.
Desde su origen son múltiples los ilustres españoles vinculados al Ateneo de Madrid, figuras del mundo artístico, literario, científico y político han contribuido a que la institución forme parte del patrimonio histórico-cultural de España. Miguel de Unamuno, Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán, Clara Campoamor y Gregorio Marañón son solo algunos de los múltiples y destacados miembros que han pertenecido al Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid. Por lo que es un honor para mí, un venezolano más que se vio forzado a abandonar su país, presentarme en estos espacios llenos de historia a conversar sobre las culturas precolombinas.
América sigue siendo un misterio, aun para los americanos, y aunque los arqueólogos han demostrado que el Homo sapiens ocupó Beringia antes de 30.000 años, durante la última glaciación. Un modelo de 2007, conocido como la "Hipótesis de parada de Behring" se basa en el análisis de ADN mitocondrial de muestras de los nativos americanos y siberianos actuales. El modelo sugiere que los ocupantes aislados de Beringia migraron al final del máximo glacial para evitar la inundación de la región a medida que el nivel del mar comenzó a aumentar.
Existen otras hipótesis como la de la “Navegación Costera”, que considera que el hombre fue costeando América hace 18.000 años  y aunque no hay pruebas debido a la subida del mar +/- 125 m, se sustenta en parte en el hallazgo del Hombre de Kennewick, “el antiguo” como lo llaman los indígenas norteamericano, hace 8.500 años y quien llevaba un estilo de vida costero, sustentado en el consumo de focas, aunque sus restos se encontraron en el interior de Nebraska.
Debemos señalar que los restos materiales y humanos más antiguos no se han encontrado en el norte del continente, sino en el sur. Si bien la cultura Clovis, caracterizada por las puntas de piedra Clovis y ubicada en el sur de EEUU, de hace 13.000 años, fue considerada a mediados del siglo XX como la cultura indígena más antigua del continente americano, cuya época corresponde a los últimos años de la glaciación de Würm o Wisconsin (la última Era de hielo). Es en Yucatán donde se consiguen los restos humanos más antiguos del continente, la mujer de Naharon o Eva, quien vivió hace 13.500 años. Adicional a esto los cráneos de Eva y el hombre de Kennewick son morfológicamente más cercano a los polinesios (norte de Japón), caracterizados como cráneos largos y estrechos. Mientras que los actuales indígenas americano tiene cráneos anchos y redondos, no obstante, comparten el mismo ADN con “el antiguo” y Eva.
El primer horizonte cultural conocido como Paleoindio, caracterizado por desarrollar las primeras herramientas de piedra, así como las bases de la diversidad étnica y lingüística de América. Integrada por grupos de cazadores-recolectores que se asientan especialmente en abrigos rocosos y como ya señalamos no se sabe con precisión cuándo se produjo el primer paso hacia América, se acepta que provino principalmente de Asia y avanzó por Alaska, al menos en dos oleadas bastante separadas en el tiempo (entre 42.000 y 21.000 años a.C. una y entre 10.500-4.000 años a.C. la segunda).
Pertenecientes al Paleoindio entre los yacimientos arqueológicos más antiguos tenemos el de Pedra Furada, 30.000 a.C., ubicado en Brasil, donde se encuentra arte rupestre, propulsores y dardos, pero no arcos ni flechas. Dientes humanos datado por espectrometría de masas en 12.210 años. Un cráneo incompleto y 29 diente humanos datados por termoluminiscencia en 14.100 años adP y según el método de luminiscencia óptica en 24.000 años adP. Y la Cultura Monte Verde, 16.500 a.C., de Chile, en la región de Los Lagos donde se evidencia la existencia de un grupo humano que habitó a lo largo de las playas y bancos de arena y grava de un pequeño arroyo quienes construyeron viviendas, artefactos de madera, se alimentaban de vegetales como la papa silvestre, y de animales como mastodontes, representantes de la megafauna sudamericana, como alimento de carroña o de caza, evidenciando una adaptación humana temprana al bosque templado húmedo.
Entre el Paleoindio y el Neoindio encontramos culturas como la Valdivia, 3.500 – 1.800 a. C., quienes se asentaron en la costa occidental del Ecuador, en la Península de Santa Elena, en el estuario del río Guayas. Los valdivianos siguieron las tradiciones de la caza, la pesca y la recolección de moluscos, sin embargo, fueron ceramistas que fabricaron figurillas femeninas, las más antiguas de piedra y luego de barro.
Luego tenemos el Neoindio, 3.000 a.C., que se caracteriza por el establecimiento de la agricultura y otras prácticas (por ejemplo: cerámica y establecimientos sedentarios) y técnicas de subsistencia características de las primeras civilizaciones. Perteneciente a este horizonte cultural tenemos a la ciudad de Caral, 3.000 – 1.800 a.C., considerada la civilización más antigua de América y situada en el valle de Supe, 200 kilómetros al norte de Lima, Perú. Fue contemporánea de otras civilizaciones como las de China, Egipto, India y Mesopotamia; este sitio tuvo una organización teocrática, y estuvo rodeada por otras civilizaciones enmarcadas en lo que se denomina «sociedad aldeana». También tenemos a la Cultura Tiahuanaco, 1.500 – 800 a.C., ubicada en el altiplano boliviano. Basaba su economía en la agricultura y la ganadería, y que abarcó los territorios de la meseta del Collao, entre el occidente de Bolivia, el sur del Perú, el norte de Argentina y el norte de Chile, regiones desde las cuales irradió su influencia hacia otras civilizaciones. La consideraban como la cultura madre de un antiguo imperio megalítico que se expandió por todos los Andes. Entre ellas y con cierta prudencia podríamos nombrar a la Cultura San Agustín, 1.000 a.C. – 1.500 d.C., Cultura Tierradentro, 1.000 a.C., y Cultura Muisca o Chibcha, 1.000 a.C. – 1.600 d.C., ubicadas en Colombia, la Cultura Tafí, 300 a.C – 600 d.C., en Argentina. Mucho más cercanas en el tiempo, pero también herederas de la construcción en piedra y de políticas más expansionista tenemos a la Cultura Wari, 700 – 1.200 d.C., que floreció en el centro de los Andes peruanos. La ciudad más grande asociada con esta cultura es Wari, que fue centro de un imperio que cubría la mayor parte de la sierra y la costa del Perú. Estableció centros arquitectónicos distintivos en muchas de sus provincias, tales como Cajamarquilla o Piquillacta. Junto al Imperio incaico son las dos únicas culturas consideradas «imperiales» en el hemisferio sur. Y la Cultura Inca, 1.200 – 1.532 d.C., que se expandió desde el Perú a Colombia, Ecuador, Chile, Bolivia y Argentina. Fue un Estado que logró sintetizar los conocimientos artísticos, científicos y tecnológicos de sus antecesores. Basados en un concepto de expansión del Estado, el Tawantinsuyo (Imperio inca) recogió aquellos conocimientos y los potenció.
Ligadas a la construcción en adobe y probables herederas de Caral, tenemos a la Cultura Chachapoya, 700 – 1.500 d.C., Cultura Nazca, 100 - 800 d. C., Cultura Moche, 200 - 600 d.C., Cultura Lambayeque o Sicán, 900 – 1.400 d.C., y Cultura Chimú, 1.000 y 1.400 d.C., todas ellas en Perú.
En centro América surge como cultura madre la Cultura Olmeca, 1.200 – 400 a.C., la más antigua de esta parte del continente. La civilización olmeca se constituyó principalmente alrededor de 3 centros ceremoniales: San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes, además de manifestarse en otros sitios como Laguna de los Cerros. Herederas de los olmeca esta la Cultura Maya, 1.500 a.C. – 1.521 d.C., ubicada en México, Guatemala, Belice, Honduras y el Salvador. La civilización maya se ha dividido en tres amplios períodos principales: el Preclásico, Clásico (300 a.C., donde surgen las grandes ciudades) y Posclásico, los cuales fueron precedidos por el Período Arcaico, en el que los primeros pueblos se asentaron y se desarrolló la evolución inicial de la agricultura, para luego desarrollar una de las culturas mesoamericanas más importantes. Siguiendo un orden cronológico se van desarrollando la Cultura Zapoteca, 500 a.C. – 1000 d.C., Cultura Cuicuilco, 500 a.C. a 200 d.C., Cultura Teotihuacán, 100 a.C. – 150 d.C., Cultura Tolteca (900 a 1200 d.C., y la Cultura Azteca o Mexica, 1.215 – 1.521 d.C.
Entre sur América y centro América tenemos la Cultura Coclé, 700 – 1000 d.C., en Panamá, que en muchos aspectos es totalmente diferente a otras culturas americanas, en otros aspectos muestra notable similitud con culturas tales como la nicoya, maya y pre-incaica. Hay razones para considerarla una de las más antigua culturas de América del Sur y América Central.
Son muchas las culturas que por motivos de tiempo y lo amplio del tema no hemos mencionado. En este primer encuentro solo quiero resaltar lo interesante y fascinante del tema para futuras conversaciones.
No puedo terminar este escrito sin agradecer a Doña África Malo de Molina por la oportunidad y a Don Francisco Masso por haber sido el puente indispensable para que esta conferencia se diera.

CULTURAS PRECOLOMBINAS
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRONICO: Trinemily Gavidea
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio y Mapi Gil

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