Ubicada al noreste de Italia, es la capital
de la región véneta y de la provincia de Venecia. La ciudad está construida
sobre un archipiélago de 119 pequeñas islas que emergen de una amplia laguna
situada entre la tierra firme y el mar abierto unidas entre sí por 455 puentes,
si incluimos las islas de Murano y Burano. Se llega a Venecia desde tierra
firme por el Puente de la Libertad, que desde la vecina ciudad de Mestre accede
al Piazzale Roma.
Hasta su fundación se encontraba habitada por
ilirios y vénetos que vivían en palafitos subsistiendo de la pesca y la
extracción de sal.
Su fundación data del 421 cuando los
habitantes del Véneto, expulsados por los ostrogodos y los lombardos, se
refugiaron en estas islas de la desembocadura del río Po. Su situación entre
marismas y aguas pantanosas otorgo gran independencia a Venecia protegiéndola
de los ataques de los pueblos germanos. En el siglo VI, un general de
Justiniano, Belisario, conquisto Venecia. Bajo la protección del Imperio
Bizantino pasó a depender administrativamente del Exarca de Rávena hasta que en
el 697, las familias ricas eligieron al primer Dux, Paololucio Anafesto, con
carácter hereditario y vitalicio en un principio y, más tarde electivo y
vitalicio.
En el 829 fue trasportado a Venecia, desde
Alejandría, el cuerpo del apóstol San Marcos que pasaría a ser el patrono de la
ciudad, mas en el 976 un incendio destruyó el palacio del Dux, con los archivos
de la ciudad y la primera iglesia de San Marcos.
El emperador de Bizancio, por el apoyo que
los venecianos le prestaron en su lucha contra los normandos, les concedió
considerables privilegios en el comercio con Bizancio, así el embajador
veneciano gozaba de privilegios exclusivos ante Bizancio, tanto que siguieron
comerciando con los musulmanes, incluso tras la prohibición decretada en el
Concilio de Letrán (1261).
Venecia expandió su poder con el comercio de
las sedas y especias de Constantinopla, antigua Bizancio, y de Alejandría,
transportando esclavos, madera, pez de Dalmacia, hierro de los Alpes y paños.
Uno de los negocios más productivos era la compra de esclavos del sur de Rusia
para venderlos en el norte de África. También vendían en Europa los que compraban
en Alejandría y en Turquía.
La organización de la República de Venecia
(conocida como La Serenissima) se
esforzó por evitar que un solo hombre, el Dux, detentara todo el poder. Se
estableció una forma republicana de gobierno que no existía en ninguna otra
ciudad-estado de Italia. La primera imposición se dio en 1148 en la que se
obligó al Dux a la “Promesa Ducal”, un compromiso que el Dux asume en el
momento de su nombramiento. En 1177 le fue impuesto el “Gran Consejo”,
compuesto por miembros elegidos de las familias nobles, el “Consejo Menor”,
asesores del Dux y la “Quarantia” como Tribunal Supremo.
En el 1204 comienza el gran apogeo de Venecia
al iniciarse la Cuarta Cruzada. Las galeras venecianas al frente del Dux Enrico
Dandolo tomaron Constantinopla y el Imperio Griego fue repartido entre los
cruzados y los venecianos. Éstos se quedaron con numerosos barrios comerciales
de ciudades de Siria, palestina, Creta y Chipre. Una vez controlado el
Mediterráneo, las galeras venecianas miraron al Atlántico. Amenazando Europa
llegaron a Southampton, Brujas y Londres, donde establecieron colonias. En 1229
se constituyó el Senado (Cosiglio dei Pregadi) desde él se dirigía la política
exterior y la elección de embajadores. Signo del poder de Venecia fue la
acuñación del Ducado en el 1284, una moneda de oro que permanecería tres siglo
como uno de los patrones monetarios del mundo junto con el florín florentino.
En 1410, Venecia controlaba la mayor parte de
la región, incluyendo ciudades como Verona y Padua, alcanzando más tarde
Brescia y Bérgamo. El mar Adriático se convirtió en el “mar veneciano”.
La debilidad del Imperio Bizantino le había
permitido anexionarse a creta, Eubea y, en 1489, Chipre.
La caída de Constantinopla en 1453 a manos de
los turcos, inicio la decadencia de Venecia a ello se unió el descubrimiento de
América que desplazo las rutas comerciales.
El Imperio Otomano se expandió por los
Balcanes y Venecia comenzó a verse amenazada y así en 1570 abandona Chipre en
manos de los turcos. Poco después cayeron Creta y sus últimas posesiones en el
Egeo.
En 1797 Napoleón pone fin a trece siglos de
independencia y el 18 de octubre de ese mismo año cedió Venecia a los austricos.
El Dux, Ludovico Manin, y el Gran Consejo abdicaron y se formó un gobierno
municipal pro francés. El Congreso de Lyon de 1801, convocado por Napoleón,
creó en Italia la República Cisalpina, siendo su primer presidente Napoleón,
aunque poco después, en 1804, al proclamarse Emperador de los Franceses, asumió
el título de Rey de Italia.
Enfrentamientos con los austriacos obligaron
a Napoleón a desalojarlos de Venecia en 1805 y, tras el Tratado de Presburgo,
paso a formar parte del Reino de Italia.
Derrotado Napoleón, Venecia quedó de nuevo en
manos de Austria formando parte del Reino Lombardovéneto. Poco después Venecia
se separo de Lombardía que había optado por la unión de Italia.
Por el tratado de Viene de 1866 se restableció
la paz entre Italia y Austria, así como el tratado de Venecia el 19 de octubre del
mismo año donde Austria cedía Venecia a Francia y ésta a su vez a Italia.
Referencia
VENECIA
AUTOR:
Félix
Piñerúa Monasterio
DISEÑO
Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
FOTOGRAFÍA:
Félix
Piñerúa Monasterio
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