Este pueblo medieval de la
Toscana, en Italia, es conocido por su muralla y sus torres que simbolizaban
poder y riqueza, a la vez que servían como hostales y fortalezas.
De origen etrusco fue
fundado en el siglo III a.C., y recibió su actual nombre en el siglo X del
obispo San Geminiano que lo había defendido de Atila y sus hunos.
En la Edad Media y el Renacimiento, era un punto de parada para los peregrinos en su camino a Roma y el Vaticano, pues era parte de la Vía Francígena o camino de los francos que llevaba de Canterbury (Inglaterra) a la tumba de San Pedro. Atravesando Francia (da allí su nombre) y Suiza y entraba en Italia
En 1199 la ciudad ya independiente
no era ajena a las divisiones entre los güelfos y los gibelinos, las dos
facciones que apoyaron en el Sacro Imperio Romano Germánico, respectivamente, a
la casa de Baviera (Güelfen) y a la casa Hohenstaufen de Suabia (gibelinos),
que perturbaban la vida de la ciudad aunque esto no impidió que se embelleciera
con obras de arte y arquitectónicas.
El 8 de mayo de 1300, San
Gimignano alojo a Dante Alighieri en su papel de la Liga güelfa en la Toscana.la
ciudad siguió su auge hasta 1348, cuando la Peste Negra la devasto obligándola a
someterse a Florencia.
SAN GIMIGNANO
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia Arguinzones
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio
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