viernes, 27 de septiembre de 2013

Cultura Etrusca

La cultura etrusca fue la primera gran civilización itálica, tanto que cuando los etruscos estaban en su máximo apogeo, Roma era tan solo una pequeña aldea en la orilla izquierda del río Tíber.


Cuando  los colonizadores griegos y fenicios llegaron a las costas de la península itálica, se encontraron con un pueblo perfectamente formado y organizado, con un alto grado de civilización, ocupando la Italia central, entre los ríos Arno y Tíber, con el que tuvieron que disputarse el control y la explotación de las riquezas peninsulares. Los griegos les llamaron tyrrhenoi y, por extensión, Tirreno el mar que dominaban.

En cuanto a su origen podemos mencionar tres teorías, la teoría de la procedencia oriental que tiene muchos puntos de apoyo, fortaleciéndose gracias a una serie de hallazgos epigráficos en la isla de Lemnos, frente a la costa de Turquía, que presentan numerosas semejanzas, en la forma de la escritura y en aspectos lingüísticos, con los existentes en Etruria. Además, esto es apoyado por la gran cantidad de objetos que los etruscos importaban de Oriente y, sobre todo, por la gran impregnación de elementos orientales y orientalizantes que poseía la cultura etrusca. Un elemento más viene a dar solidez a los que apoyan el origen levantino de los etruscos y es la práctica de la inhumación funeraria, habitual en el Oriente, cuando en casi todo el resto de Italia se usaba la incineración. A todo ello hay que añadir la posible identificación de los tirsenos con los tursha, uno de los «pueblos del mar» que aparecen en las fuentes egipcias, que intentaron entrar en Egipto en el siglo XIII a.C.

La teoría de origen autóctono que se apoya en una serie de estudios lingüísticos tendentes a demostrar la existencia de un llamado estrato «tirrénico» preindoeuropeo, que es mucho más antiguo que los dialectos itálicos como el latín, el osco, el umbro, el falisco y el samnita, todos ellos pertenecientes al tronco lingüístico indoeuropeo. El pueblo etrusco se formó de la unión de estos elementos culturales y étnicos preexistentes, con los que llegaron a Italia en la Edad del Bronce.

La teoría de origen septentrional considera que los etruscos llegaron desde el norte de Europa a través de los Alpes, basándose en una cierta afinidad entre las culturas itálicas y las danubianas de inicias del I milenio a.C., los defensores de esta teoría también han encontrado semejanzas en el campo lingüístico sosteniendo que el etrusco pertenecería el grupo retiopelásgico, que se extendió desde los Balcanes y el Danubio hasta Grecia e Italia.

Ninguna de las tres teorías da plena y cumplida respuesta a la incógnita que supone el esclarecimiento del origen de los etruscos, por eso, en la actualidad, se tiende a dar al problema un enfoque flexible, evitando posiciones extremas.

Lo realmente cierto y totalmente histórico es que su cultura fue contemporánea de la gran colonización griega, que en el siglo VIII a.C., afectó a las costas del sur de Italia y de Sicilia. En esta época, en un territorio comprendido entre los Apeninos, el Tíber y el Tirreno, precisamente el mismo territorio en el que había alcanzado su máximo auge la cultura villanoviana, aparecen numerosas ciudades, con todas las características propias de este nombre (muralla, acrópolis, templos y necrópolis), que al modo griego se convirtieron en florecientes estados independientes.




Referencia
Cabrero, J. (2007). Los Etruscos. Madrid: Perymat Libros.

Fotos: Museo Etrusco de Orvieto.

CULTURA ETRUSCA
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio

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