Los visigodos fueron la rama occidental de los pueblos
godos, pertenecientes a los pueblos germánicos occidentales. Después de la
caída del Imperio romano occidental, los visigodos tuvieron un papel importante
en Europa durante los 250 años siguientes.
Integraron
la nación de los godos pueblos diversos: hérulos, rugios, lemovios, esciros,
helvecones, sidenios, turcilingos, gépidos, vándalos y otros, algunos de los
cuales acabaron desapareciendo en el conjunto, mientras que otros formaron sus
propios grupos. Los godos, propiamente dichos, se dividían en tervingos (Theruingi)
y greutungos (Greuthungi). Los tervingos, 'gente boscosa', poblaron el
territorio entre los Cárpatos y el Dniéper y los greutungos, 'gente de la
estepa', las estepas ucranianas al este del Dniéper. Así, este río servía de
límite entre ambos grupos y los tervingos fueron llamados west goths ('visigodos') por situarse en occidente
(West en germano), y los greutungos fueron llamados ost goths
('ostrogodos') por situarse en el este (Ost en germano). Otra versión
atribuye la denominación de visigodos a la palabra germana wisgoths,
traducida por 'hombres fuertes'.
El reino visigodo conquistó la Península Ibérica en el
415 en la época de transición de la Edad Antigua a la Edad Media.
Entraron en la península en el 427 al mando de Teodorico
I con el encargo de someter a otros pueblos germánicos a cambio de tierras.
Arrinconaron a los suevos en Galleacia, acabaron con los alanos y obligaron a los
vándalos a trasladarse a África.
Tras un período de dominación ostrogoda, Amalarico
restablece la independencia del reino y establece la capital en Narbona, hasta
que los francos penetran en la Narbonense y huye a Barcelona. Posteriormente
Toledo llegaría a constituirse en la nueva capital visigoda de Hispania.
Bajo el reinado de Atanagildo los bizantinos se
instalaron en el Levante, y no fueron expulsados hasta el reinado de Suintila
en el 625. Durante el reinado de Leovigildo se consolida el estado visigodo al
que se incorpora el reino suevo. Su sucesor Recaredo se convierte al
catolicismo y bajo su reinado tiene lugar el III Concilio de Toledo.
El rey Recesvinto impuso (hacia 654) la ley visigótica
común a ambos súbditos godos y romanos, que hasta entonces habían vivido bajo
diferentes códigos legales. Los Concilios de Toledo se convirtieron en la
fuerza principal del Estado visigodo, como consecuencia del debilitamiento de
la monarquía.
Con Leovigildo se produjo la unificación territorial de
la Península Ibérica, permitiéndose los matrimonios con hispanorromanos. Con
Recaredo se produjo la unificación religiosa. Se abandonó el arrianismo y el
reino se convirtió oficialmente al catolicismo. A partir de entonces, se
disolvieron las diferencias etnográficas entre godos e hispanorromanos,
abandonándose varias costumbres godas. Con Recesvinto, se produjo la unidad
legislativa bajo un único Código de Derecho, el Liber Iudiciorum.
En el enclave
arqueológico de Remedios que se encuentra en el municipio español de
Colmenar Viejo a unos cuatro kilómetros del centro urbano, recibe su nombre de
la ermita que se encuentra en su centro: Ermita de Nuestra Señora de los
Remedios. La necrópolis
de Remedios, situada junto a la ermita, cuenta con varias
sepulturas, con un caso muy singular: se reutilizaba el mismo espacio para
incluir dos, e incluso tres, enterramientos. Fue musealizada en 2003,
convirtiéndola en el primer "Yacimiento visitable de la Comunidad de
Madrid"
Referencias
García de Cortázar, F. y González, J. (2012). Breve Historia de España. Madrid:
Alianza.
Wikipedia.
NECRÓPOLIS VISIGODA DE REMEDIOS
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia Arguinzones
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio
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