domingo, 1 de noviembre de 2015

Antropología Filosófica - Filósofos de la Naturaleza

El pensamiento filosófico empieza con una actitud nueva hacia el mundo, ya no es lo sobrenatural lo que nos permite explicar los diferentes fenómenos que nos rodean, es la naturaleza misma la fuente de explicación, así los filósofos de la naturaleza o presocráticos, los primeros pensadores centrados en lo material, los jonios, son primordialmente teóricos del mundo natural: lo que escriben, casi todo perdido, entra en la designación genérica de perí physeós (sobre la naturaleza). Esos filósofos habitaban la Magna Grecia asiática, en Jonia, quizá porque allí aquel mundo cultural en el que surgió la épica homérica había escapado mejor que en la Grecia metropolitana a la sacudida de las invasiones dorias; quizá  por estar más cerca de los influjos de los saberes orientales, pero seguramente aún más porque su papel de colonizadores les había dado una capacidad técnica y practica en la que la mano abrió camino a la teoría.
En Mileto, actual Turquía, ciudad comercial marítima, surge Tales (630 - 545 a.C), el primer filosofo conocido, quien cree encontrar el principio básico (arjé) de todas las variaciones naturales en un elemento conocido y siempre presente: el agua. Le parece que el agua al enfriarse se hace más densa y se vuelve tierra; calentada y animada, en cambio, se eleva como vapor y aire, hasta llover al enfriarse otra vez. El agua es vida, en la simiente; es movimiento (El orbe terráqueo es sólo una isla superficial y redonda entre un inmenso océano). Pero el mismo Tales ya no es capaz de asentar esa unidad en el agua sin dar paso a una dualidad: tiene que haber otro principio menos material que la mueva y la haga cambiar –calo, vida-; o, según él, dioses, presentes en todo, y a veces especialmente visible, como ocurría en ciertas piedras de la cercana Magnes, que movían el hierro, magnetismo.
Se cree que Tales habría tenido ascendencia fenicia. Puesto que los jonios comerciaban frecuentemente con Egipto y Babilonia, Tales tras visitar Egipto podría haber recibido enseñanza de los sacerdotes egipcios, quienes registraban con mucho celo todo evento astronómico o meteorológico y que poseían, por consiguiente, conocimientos matemáticos. Es conocida la leyenda acerca de un método de comparación de sombras que Tales habría utilizado para medir la altura de las pirámides egipcias, percatándose de que la altura exacta de las pirámides se puede obtener midiendo la sombra de estas en el momento del día en que su sombra era más o menos de igual tamaño que su cuerpo. Este método fue aplicado luego a otros fines prácticos de la navegación.
Para la cabal comprensión de la doctrina de Tales y de la posterior filosofía jónica en general, es necesario entender cuál era la forma de interrogar específica de este pensamiento. Aristóteles designa a los filósofos milesios con el nombre de physikoí, pues su preocupación principal consistía en la physis. El equivalente castellano de physis es “naturaleza”, si bien es un equivalente aproximado, los griegos entendían por physis lo que nosotros llamaríamos “realidad”. No obstante, nuestro término remite a un conjunto estático de cosas; en cambio, la etimología de physis indica que procede de un verbo que significa “brotar”, “crecer”, o sea, algo que se genera, que está en cambio, en movimiento. «Así como las hojas del árbol, los hombres nacen y perecen», dice el famoso verso de Homero. Frente a este incesante fluir de las cosas, surge la filosofía para dar razón del cambio.
            Lo que buscan Tales y sus sucesores, Anaximandro y Anaxímedes, es lo que llamaríamos un principio, un arjé, que significa en griego, por un lado, “origen” y, por otro, “mando”. Buscan, pues, el principio que funda y gobiernas las cosas, y como hemos visto para Tales este principio era el agua.
Pitágoras, Alcmeón de Crotona, Heráclito, Parménides, Empédocles, Anaxágoras, Leucipo y Demócrito, con puntos de vistas diferentes, forman parte de estos primeros filósofos presocráticos o de la Naturaleza.

            Referencia
Acero, J.; Alegre, A.; Granada, M. y Valverde J. (1983). Historia del Pensamiento I. Barcelona: Orbis.
Piñerúa, F. (2011). Del Pensamiento Mágico-Religioso al Pensamiento Filosófico. Caracas: UPEL-IPM

            FILÓSOFOS DE LA NATURALEZA
            AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
            DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
            FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio

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