domingo, 25 de marzo de 2012

Cultura Azteca

Los Mexica, que luego serán conocidos como Azteca, no aparecieron en la  escena mexicana hasta el año 1215 d.C., a principios del siglo XIII, y en un principio no eran más que una horda de cazadores nómadas bastante belicosos que lucharon por hacerse un lugar cerca del lago Texcoco, ya que según cuenta la leyenda, justamente en ese lugar habían visto la señal prometida por los dioses para fundar su hogar: un águila sobre un nopal (cactus) devorando a una serpiente.
Los Mexica decían venir de un lugar llamado Aztlán, aunque la citada Aztlán parecía más un antiguo recuerdo de los mexica que una realidad constatable. La procedencia de su origen es uno de los primeros misterios que envuelve a la cultura azteca. Los Tarasco recuerdan su paso por Patzcuaro en 1100, donde los señores del lugar terminaron por echarlos hacia el Valle de México. Los Tlahuica, Culhu y Tlaxcalteca decían que venían del infierno, es decir, del noroeste, de las antiguas y ancestrales regiones del frío y la noche.
En el 1256 d.C., los aztecas pudieron asentarse en el valle de México haciéndose un lugar en el monte de los saltamontes (Chapultepec), y desde ahí empezaron a crecer y a medrar entre sus vecinos, hasta que los señores de Culhuacán los echaron de Chapultepec.
Los Mexica huyeron, pero no demasiado lejos, ya que sólo se alejaron unos pocos kilómetros, justamente al otro lado del lago de Texcoco, por el sur, y desde ahí planearon su ataque definitivo sobre el lugar prometido por los dioses, y sólo dos años más tarde, en el 1325, fundaron la ciudad de Tenochtitlán, pero aún no eran los amos y señores del lugar.
En un principio, y a pesar de su belicosidad constante, los mexica se sometieron a los señores de Azcapotzalco, los Tepaneca, fueron los verdaderos vencedores de los diversos enfrentamientos que mantuvieron las tribus de la zona por más de 50 años. Entre 1376 y 1427 los Tepaneca mantuvieron sus dominios sobre el valle, aunque poco a poco fueron perdiendo fuerza ante el empuje de los mexica, que ya habían recuperado su dominación de origen, y ahora se hacían llamar los señores de Az, o aztecas.
Los tres primeros tlatoani (reyes o jefes supremos) aztecas, Acamapichtli (1376-1396), Huitizilihuitl (1396-1417) y Chimalpopoca (1417-1427), en cierta forma, mantuvieron buenas relaciones con los Tepaneca, sobre todo los dos primeros,  pero Chimalpopoca fue asesinado por Maxtla, señor de los Tepaneca, quien no estaba nada contento con el poder que iban ganando los azteca. Maxtla creyó que matando a Chimalpopoca sus súbditos cederían, pero el concejo azteca no se acobardó y enseguida se reunió para designar un nuevo tlatoani.
De esta manera Itzcóatl sucedió a Chimalpopoca (1427-1440) e inicio una revuelta contra los Tepaneca derrotándolos y terminando con el dominio Tepaneca de la zona.
Mientras Itzcóatl estuvo al mando los aztecas progresaron pero no fue  hasta la llegada de Moctezuma I (1440-1469), cuando el imperio azteca floreció como tal, imponiéndose a los pueblos más cercanos, obligándolos a pagar tributo y a seguir sus costumbres. Axayácatl (1469-1481)  fue el sucesor de Moctezuma I y logró nuevas conquistas.
Tras un periodo de conquistas, llegó al poder Tizoc (1481-1486), un monarca que se dedico más a administrar y educar que a conquistar nuevos pueblos, por lo que fue asesinado por el consejo azteca y sustituido por Ahuitzotl (1486-1502), quien respondió a las expectativas de la corte, y en un tiempo relativamente corto, llevó a los azteca a dominar prácticamente todo el centro y el sur de México (Guatemala incluida), desde el golfo de México hasta el océano pacifico.
A los esfuerzos de Ahuitzotl siguió el gobierno de Moctezuma II (1502-1520), quien supo imponer su criterio al de los sacerdotes del concejo elector, porque, en cierta forma y dentro del pensamiento mágico-religioso de los aztecas, el fin del Quinto Sol estaba a punto de suceder, trayendo consigo la muerte del mundo conocido y la aparición de un nuevo mundo, de un Sexto Sol, y si Quetzalcóatl, el esperado, no bajaba en su fuego sobre Teotihuacán, los hombres serían barridos por los movimientos de la Tierra, fue este tlatoani en este marco ideológico quien recibió a los españoles.

Referencias
Solís, F. (s/f). Museo Nacional de Antropología. México: Monclem Ediciones.
Tapia, J. (1997). Leyenda y Misterio de los Aztecas. Barcelona: Edicomunicación.

Fotos: Museo Nacional de Antropología Mexico.

CULTURA AZTECA
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia Arguinzones
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio

2 comentarios:

  1. Muito interessante. Parabéns pelo blog.

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  2. Gracias Luciana y te invito a seguir participando. Tenemos en comun el mundo de la etnobotanica donde realice mis primeras investigaciones. Te invito a visitar wanadi22.blogspot.com ahí encontraras alguna referencias relacionadas a la etnobotanica en los primeros articulos, saludos desde Venezuela

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