En la zona norte del estado Anzoátegui, Venezuela, siguiendo la Carretera de la Costa y en tierra de los indígenas Palenque quienes habitaban las vegas del río Unare desde la parte inferior del río Guaribe y la margen occidental del río Güere, el 7 de abril de 1594 fue fundado por Francisco de Vides el pueblo de Clarines, quien con otros coterráneos, quienes venían de Beas, provincia de Huelva, España, y quienes trajeron a su patrona la Virgen de Los Clarines, como compañera y guía espiritual. Ya en este territorio los indígenas Palenque llegaban al mar aguas abajo del río Unare, y a la Laguna de Cariamana (Laguna de Unare), que era un gran centro de tráfico de sal y de pescado, donde acudían, además de los Palenque, los Tomaza, los Teserma y los Guaiquerí, así como los holandeses, que solían aprovisionarse con la sal de las orillas del río Unare, en vista de la ya demostrada importancia estratégica, los españoles devotos de la virgen de los Clarines se asentaron a la orilla del río Unare, antes de su desembocadura en el mar Caribe. Justamente para controlar el transporte y comercio de toda la región, de manera tal que fue transformándose en fortaleza para defenderse de los nativos y de las incursiones extranjeras.
El casco histórico de este pueblo está compuesto de 23 manzanas con hermosas edificaciones coloniales.
La iglesia de San Antonio de Padua fue mandada a construir por el obispo de Puerto Rico en 1752; la terminaron 20 años después. Se considera una joya arquitectónica por la cantidad de elementos con diseños originales, como una planta en forma de cruz, que solo otros dos templos en Venezuela repiten: San Miguel de Boconó y la capilla de San Clemente en Coro; bóvedas curvadas de madera, que pesaban tanto sobre los muros que tuvieron que hacerles unas estructuras de refuerzo, visibles en la parte exterior; y una serie de columnas y arcos por ambos lados que, curiosamente, no sostienen ningún techo. Fue decretada Patrimonio Nacional en 1960.
Referencias
Hanán Díaz, F y Gondelles, R. (2010). Descubre Anzoátegui. Caracas: Cadena Capriles.
Piñerúa, F. (2008). Venezuela Desde sus Orígenes. Caracas: La Casa Tomada.
CLARINES
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio
amigo en la parte de atras de esta iglesia justo bajo la cruz en el techo esta moldeado sobre la pared el rostro del de chiva con cuernos en latino america solo hay tres iglesias con estas imagenes podria darme informacion historica de porque los habitantes de clarines hicieron eso?
ResponderEliminarSegún las investigaciones que hemos hecho, la imagen diabólica que reposa en la pared posterior de la iglesia, bajo la solera, obedece más, a una travesura que a otra cosa. Resulta que en 1964 ya para terminar la única restauración integral que se le ha hecho a la iglesia, con un proyecto de Roberto Armas Alfonzo, nació la necesidad de construir la extensión de los desagües de las aguas de lluvia que recogen los techos y las cúpulas de la iglesia. Fue entonces cuando el encargado de la construcción civil de la obra, un español catalán habilidoso llamado Martín Porras, sugirió construirle en cada uno de las bocas de los desagües, unas gárgolas, que generalmente las construyen en esas catedrales góticas con imágenes y figuras diabólicas. Esa sugerencia no fue aprobada por las autoridades encargadas de la realización del proyecto, trayendo como consecuencia que el alto relieve en barro que había hecho -como ejercicio- el maestro de obra catalán, decidieron pegarla en el sitio donde hoy se encuentra. Hay quien asegura que la imagen diabólica es anterior a la restauración de la iglesia, teoría que es fácil descartar, toda vez que en los registros fotográficos de la iglesia, anteriores a su restauración, no existe esa figura.
EliminarÁlvaro Armas Bellorín
Cronista de Clarines
No conozco la imagen, en cuanto vuelva a visitar Clarines lo tomare en cuenta. Saludos
ResponderEliminarSegún las investigaciones que hemos hecho, la imagen diabólica que reposa en la pared posterior de la iglesia, bajo la solera, obedece más, a una travesura que a otra cosa. Resulta que en 1964 ya para terminar la única restauración integral que se le ha hecho a la iglesia, con un proyecto de Roberto Armas Alfonzo, nació la necesidad de construir la extensión de los desagües de las aguas de lluvia que recogen los techos y las cúpulas de la iglesia. Fue entonces cuando el encargado de la construcción civil de la obra, un español catalán habilidoso llamado Martín Porras, sugirió construirle en cada uno de las bocas de los desagües, unas gárgolas, que generalmente las construyen en esas catedrales góticas con imágenes y figuras diabólicas. Esa sugerencia no fue aprobada por las autoridades encargadas de la realización del proyecto, trayendo como consecuencia que el alto relieve en barro que había hecho -como ejercicio- el maestro de obra catalán, decidieron pegarla en el sitio donde hoy se encuentra. Hay quien asegura que la imagen diabólica es anterior a la restauración de la iglesia, teoría que es fácil descartar, toda vez que en los registros fotográficos de la iglesia, anteriores a su restauración, no existe esa figura.
ResponderEliminarÁlvaro Armas Bellorín
Cronista de Clarines
Gracia Álvaro Armas Bellorín, por tu apoyo al Blogs. Saludos
EliminarQue bella historia de mi pueblo amado
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