Esta villa portuguesa
pertenece al Distrito de Beja, región del Alentejo que es el municipio más
grande de Portugal. Sus orígenes se remontan al tiempo de la presencia de los
fenicios en la península ibérica, cuando eran un importante puerto comercial,
aprovechado posteriormente por los cartagineses y los romanos que la llamaron Myrtilis lulia y luego fue ocupada por
suevos y visigodos. El encuentro de tumbas griegas de los siglos VI – VII
descubiertas en Mértola, sugieren la presencia de comerciantes bizantinos en la
villa.
Tras la invasión musulmana
de la Península Ibérica fue denominada Mirtolah,
que se convierte en Mértola.
El puerto fluvial, protegido
por un castillo en una posición dominante sobre el río Guadiana, jugó un papel
importante en el comercio de mercancías agrícolas y minerales entre el Alentejo
y otras partes de Al-Andalus y el Norte de África.
Después de la caída del
califato de Córdoba, en 1031, Mértola se convirtió en una taifa independiente,
hasta que fue conquistada por la taifa de Sevilla, en 1044. Entre 1144 al 1151
la ciudad fue nuevamente sede de una taifa independiente, dirigida por Ibn
Qasi, un místico líder militar, que unificó el sur de Portugal y combatió
contra los almorávides. La taifa fue conquistada en 1151 por los invasores
almohades. Los musulmanes dejaron una mezquita de la segunda mitad del siglo
XII, que fue transformada después de la reconquista cristiana en una iglesia
parroquial, y una fortaleza.
Fue en 1238 cuando las
fuerzas de Sancho II de Portugal al mando del comendador de la Orden de
Santiago, Pelayo Pérez Correa, conquistaron la plaza a los musulmanes. La
ciudad para repoblarse, fue donada a los Caballeros de la Orden de Santiago.
Mértola decayó después de la
Reconquista. En los siglos XV y XVI, con las conquistas portuguesas de varias
ciudades del Magreb, experimento un breve resurgimiento, suministrando
aprovisionamiento de cereales y tropas portuguesas al norte de África.
Referencias
Hermano, J. (1989). Historia de Portugal. Madrid: Alianza.
Wikipedia
MÉRTOLA
AUTOR:
Félix
Piñerúa Monasterio
DISEÑO
Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
FOTOGRAFÍA:
Félix
Piñerúa Monasterio
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