Después
del primer viaje a Sicilia, cuando superaba los cuarenta años, Platón funda su
escuela de filosofía, la Academia, en el barrio ateniense del Dípilon, en una
arboleda que debía su nombre al héroe mitológico griego Academo, por lo que la
escuela de filosofía toma como nombre el
ya mencionado de Academia.
Según la tradición fue fundada con el dinero que se había recogido con motivo del rescate del mismo Platón (hacia el 387 a.C.), quien había sido esclavizado.
En
la Academia se congrega Platón con sus discípulos y establece un progresivo
conjunto de enseñanzas, que comienzan con una propedéutica matemática y
concluyen con el estudio de la metafísica. Las enseñanzas sobre política no
están ausentes, así como tampoco lo están las de gimnasia.
En la Academia redacta Platón sus diálogos; tal vez los lee allí y explica y discute sus aspectos más difíciles.
En la Academia redacta Platón sus diálogos; tal vez los lee allí y explica y discute sus aspectos más difíciles.
La vida de la Academia continuó durante muchos siglos después de la muerte de Platón. Platón mismo habia confiado la dirección de la Academia a su sobrino Espeusipo, cuya dirección tuvo durante ocho años (347-339). Espeusipo se alejó de la oposición platónica entre conocimiento sensible y conocimiento racional, admitiendo una "sensación científica" como fundamento del conocimiento de los objetos. En lugar de las ideas platónicas admitía, como modelos de las cosas, los números matemáticos, que distinguía de los sensibles. Parece que formuló contra la doctrina de las ideas muchas objeciones, expuestas después por Aristóteles.
A la muerte de Espeisipo, los miembros de la Academia eligieron a Jenócrates, con quien se acentúa la tendencia al pitagorismo.
El sucesor de Jenócrates fue Polemón de Atenas (314-270) quien dirigio su enseñanza hacia la moral, que consistía en afirmar la exigencia de una vida conforme a la naturaleza, exigencia que le acercaba a los cínicos.
A Filipo de Opuncia, el discípulo de Platón que trascribió y publicó la Leyes, última obra de Platón, se suele atribuir el diálogo seudoplatónico Epinomis: El objetivo de este diálogo es determinar que estudios conducen a la sabiduría. Excluidas las artes y las ciencias que sólo contribuyen al bienestar material y la diversión, queda la ciencia del número, que lleva consigo todos los bienes. Sin el conocimiento del número, el hombre seria inmoral y estaría privado de razón, porque, donde no hay número, no hay orden, sino sólo confusión y desorden. El estudio de la astronomía es el más importante de todos para conducir a la piedad religiosa, que entre las virtudes es la mayor. A éste se añaden los estudios auxiliares de la arismética y de la geometría plana y del espacio. Unicamente a través de estos estudios el hombre puede alcanzar la sabiduría.
Referencia
Abbagnano, N. (1973). Historia de la Filosofía Vol I. Barcelona: Montaner y Simón, S.A.
LA ACADEMIA DE PLATÓN
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia Arguinzones
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio
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