Originalmente esta isla griega se llamaba Thera,
en honor a su fundador mítico el héroe tebano homónimo quien era descendiente
del fenicio Cadmo, el fundador de Cadmea (la acrópolis de Tebas). Su actual
nombre es de origen italiano o más bien veneciano, en honor a Santa Irene de
Tesalónica.
En la antigüedad estuvo
sujeta a las fuerzas políticas actuantes en el Egeo. Pasando de la liga de
Delos al Egipto de los Ptolomeos, luego a Roma y finalmente al imperio
bizantino. Desde 1204 y hasta 1579 estuvo bajo dominio veneciano, de donde como
mencionamos proviene su actual nombre, hasta que pasó al dominio otomano para que
en 1840 y gracias al tratado de Londres fuera incorporada a la actual Grecia.
Su actual fisonomía arquitectónica es de inspiración oriental, con casas
blancas y marcos de ventanas y puertas azules, como pueden encontrarse en las
costas de Marruecos o Túnez. Su capital Fira, cuelga de lo alto del acantilado,
sobre la ladera que desciende hasta el mar.
Gracias a las investigaciones arqueológicas se comprobó que la isla había sido
sede de una sociedad rica y desarrollada, culturalmente muy relacionada con la
civilización minoica. Entre los restos han aparecido objetos y frescos que
revelan una intensa relación comercial con no solo el Egeo, sino también de
Chipre, Egipto y Anatolia.
SANTORINI
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio
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