Acosados por problemas de
suministro los fenicios hallaron en la Península Ibérica un autentico El
Dorado, capaz de abastecerles de las más preciadas materias primas: cobre,
estaño, oro y, sobre todo, plata.
Las ciudades costeras del
actual Líbano –Sidón, Tiro-, enriquecidas con el intercambio comercial de
productos de alto valor añadido, se lanzan a crear su imperio ultramarino.
El reparto geográfico de los
asentamientos fenicios respondió a una doble necesidad comercial y logística.
Algunos de esos enclaves –Cádiz, por ejemplo- habían sido fundados como lugares
de intercambio con las comunidades indígenas; otros como centro de control y
apoyo a la navegación por las principales rutas marítimas.
Cuando se descubrió el tesoro de 2.700 años de antigüedad,
enseguida genero muchas especulaciones y debates sobre el origen Tartessos, una
civilización que prosperó en el sur de España entre los siglos IX y VI a.C. y
los que sostenían que las joyas eran de origen fenicio, una cultura semítica y
marinera de Oriente Próximo que llego al Mediterráneo occidental en el siglo VIII
a.C. y estableció un puerto comercial en el actual Cádiz.
En relación al Tesoro
de El Carambolo que es un conjunto de 21 piezas de oro de 24 kilates y cerámica que
primitivamente se creyeron de origen Tartésico. Recientes investigaciones lo
consideran el ajuar propio de animales que eran sacrificados en templos de
origen fenicio dedicados al dios Baal y la diosa Astarté. Fueron encontradas en el cerro de El Carambolo en el municipio de Camas, a tres
kilómetros de Sevilla.
Al respecto la arqueóloga Araceli Rodríguez, miembro del
equipo técnico y científico que dirige Alvaro Fernández Flores, explicó que el
yacimiento de El Carambolo ha sido objeto de una intensa campaña de estudios
que ha llevado a "nuevas
revelaciones" que desmontan la tesis de que el yacimiento perteneció a la
civilización tartéssica, poco
conocida por la historiografía pero localizada en el ámbito de Andalucía
occidental. Apuntando más bien a un origen fenicio, aunque "nunca se puede afirmar con un cien por
cien de seguridad".
La arqueóloga detalló que el ajuar cerámico descubierto
en este yacimiento fue elaborado mediante la técnica del torno en una época en
la que la población aborigen desconocía este tipo de técnicas, que fueron
introducidas en la península Ibérica por los fenicios.
En abril de 2018, Ana Navarro Ortega, directora del Museo Arqueológico
de Sevilla afirma que, aunque el oro es de procedencia local, las joyas se
fabricaron empleando técnicas fenicias. Se ha identificado un templo fenicio en
la zona donde descubrieron el tesoro de El Carambolo, y el mismo tesoro es
probablemente el producto de una cultura mixta de los fenicios de Oriente Próximo
y los tartesios locales. Por su parte Alicia Perea Caveda, arqueóloga del
Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, especializada en tecnología del
oro, esta de acuerdo en que los tartesios probablemente eran una cultura mixta
de pueblos del Mediterráneo occidental y marineros de Oriente Próximo y afirma
que, aunque algunas piezas probablemente se elaboraron a nivel local basándose en
el estilo y la técnica, el collar de los medallones grabados podría proceder de
Chipre, basándose en su diseño.
Referencias
García de Cortázar, F. y González, J. (2012). Breve Historia de España. Madrid:
Alianza Editorial.
Fotos: Museo
Arqueológico de Sevilla.
TESORO DE EL CARAMBOLO
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia Arguinzones
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio
TESORO DE EL CARAMBOLO
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia Arguinzones
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio
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