Segovia, cuyo nombre es de
origen celtíbero, rige como la ciudad capital de de la provincia del mismo
nombre y perteneciente a la comunidad autónoma española de Castilla y León. Se
sitúa en la confluencia de los ríos Erasma y Clamores, al pie de la sierra de
Guadarrama.
En su devenir histórico en el lugar que hoy
ocupa Alcázar existía un castro celta (Estos son un tipo de poblado de la edad
de hierro, estos no tienen calles rectas, sino que cada calle se formaba por el
hueco entre las viviendas, que eran originalmente siempre ovalada). Durante la
época romana pertenecía al Convento Jurídico de Clunia, uno de los 14 Conventos
Jurídicos en los que estaba dividida la Hispania romana. En la Hispania
visigoda fue sede episcopal de la iglesia católica, sufragánea de la Arquidiócesis de Toledo que comprendía la
antigua provincia romana de Cartaginense en la diócesis de Hispania. Se cree
que la ciudad fue abandonada tras la invasión islámica. Tras la conquista de
Toledo por Alfonso VI de León y Castilla, empezó la repoblación de Segovia en
1088 con cristianos procedentes del norte de la Península y de más allá de los
Pirineos.
Su situación en las rutas de la trashumancia la convirtió en un importante centro del comercio de la lana y de las manufacturas textiles (cuya existencia está documentada desde el siglo XII). El final de la Edad Media es una época de esplendor, en la que acoge una importante aljama hebrea; sienta las bases de una poderosa industria pañera; desarrolla una espléndida arquitectura gótica y es corte de los reyes de la Casa de Trastámara (ya Alfonso X el Sabio había acondicionado el Alcázar como residencia real). Finalmente, en la iglesia de San Miguel de Segovia Isabel la Católica es proclamada reina de Castilla (13 de diciembre de 1474).
El auge económico de la ciudad continuó durante el siglo XVI. Después, como casi todas las ciudades castellanas, entró en decadencia, de forma que apenas un siglo después, en 1694, sólo contaba con 8.000 habitantes. A principios del siglo XVIII se intentó revitalizar su industria textil, con escaso éxito. En la segunda mitad del siglo, dentro de los impulsos ilustrados de Carlos III, se hace un nuevo intento de revitalización creando la Real Compañía Segoviana de Manufacturas de Lana (1763). Sin embargo, la falta de competitividad de su producción hizo que la corona le retirase su patrocinio (1779). También en 1764 se había inaugurado el Real Colegio de Artillería, la primera academia militar de España, que todavía se encuentra en la ciudad. En 1808 fue saqueada por las tropas francesas durante la guerra de la Independencia. Durante la Primera Guerra Carlista las tropas del pretendiente Don Carlos atacan sin éxito la ciudad. Durante el siglo XIX y primera mitad del XX, Segovia experimentó una recuperación demográfica fruto de una relativa revitalización económica.
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio
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