Ubicada sobre una roca en la
llanura, por la que discurren los ríos Paglia y Chiani poco antes de confluir
en el Tíber, se encuentra la ciudad de Orvieto, de origen etrusco, probablemente
fue la ciudad etrusca de Velzna, llamada
Volsinii Veteres por los romanos.
Surgió en las cercanías de un famoso santuario etrusco, Fanum Voltumnae, donde cada año se reunían los habitantes de
Etruria para celebrar ritos religiosos y juegos.
Entre los siglos VI y IV a.C.,
alcanzo su máximo esplendor, convirtiéndose en un floreciente centro comercial
y artístico, con una supremacía militar garantizada por su posición estratégica
que la convertían en una fortaleza natural.
Entre los siglos IV y
comienzos del III a.C., se da una revuelta popular que obliga a la nobleza
etrusca a pedir ayuda a los romanos. Estos aprovecharon la ocasión y en 264
a.C. destruyeron Volsinii y
deportaron a sus habitantes a orillas del cercano lago Bolsena, donde se
construyo Volsinii novi. Los romanos
se llevaron a Roma más de dos mil estatuas de los santuarios estruscos entre
ellas la de su principal divinidad, Vertumnus.
Siglos más tarde, por estar
más protegida, la población regreso a su antigua localidad y en la alta edad
media se fundó sobre la roca la ciudadela de Ourbibentos, que al cabo de algunos siglos se convirtió en una
ciudad, Urbs Vetus (Ciudad Vieja).
Tras la caída del Imperio
romano de Occidente, Orvieto estuvo bajo dominio de los ostrogodos hasta que en
553 fue conquistada por el general bizantino Belisario. Tras la constitución
del Ducado de Spoleto, paso a manos de los lombardos. Antes del año 1000 la
ciudad volvió a florecer, con nuevas fortificaciones, palacios, torres e
iglesias. Aunque oficialmente no formaba parte de los patrimonios de San Pedro
estaba de facto bajo control del
papado hasta que el Papa Adriano IV en el 1157 la autoriza como ciudad libre.
A partir del siglo XII, tras
victoriosas batallas contra Siene, Viterbo, Perugia y Todi, Orvieto llegó a
dominar un vasto territorio, desde el Valle de Chiana hasta Orbetello y
Talamone, en el mar Tirreno. Para su expansión contó con Florencia como aliado.
En el mismo siglo XII se
dieron luchas internas entre familias patricias; los Monaldeschi, güelfos, y
los Filippeschi, gibelinos; los Malcorini, partidarios del Emperador, y los
Muffatti, partidarios del Papa. Estas luchas debilitaron a la ciudad,
favoreciendo su conquista en 1364 por el cardenal Gil Álvarez Carrillo de
Albornoz (conocido en Italia como Egidio Albornoz). En 1450 pasó a formar parte
de los Estados Pontificios.
Los siglos XVII y XVIII
fueron periodos de tranquilidad para la ciudad. Bajo el Imperio Napoleónico se
constituyo en cantón, y de nuevo en poder del papado fue convertida en
Delegación Apostólica. En 1860 fue anexionada por el Reino de Italia.
Debe señalarse que toda la
roca de Orvieto está horadada desde la época etrusca por más de mil pozos,
galerías y cavernas artificiales en varios niveles, algunos de los cuales han
sido acondicionados y son accesibles.
Referencia
Wikipedia
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia Arguinzones
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio
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