Los Ye´kuana pertenecen a la familia lingüística Caribe o Caribana, el
nombre ye´kuana, introducido en la literatura etnográfica por Koch-Grünberg, se
deriva etimológicamente de las raíces; ye: “madera”, “palo”; ku: “agua” en la
raíz caribana primitiva; y ana: “gente”, o “pueblo”, como sufijo determinativo;
ye-ku-ana = ”los del palo en el agua”, “gente de la curiara”, “navegantes”,
popularmente se les conoce como Makiritare, nombre que parece ser de origen
Arawak que significa “gente del río”, también es un viejo nombre del río
Padamo; el nombre Makiritare fue introducido en la literatura por los Padres
misioneros Ruiz Blanco y Ramón Bueno y luego aceptado por los escritores y por
los criollos en el Estado Amazonas . Gracias a su ubicación tradicional
geográfica, a lo largo de los ríos Ventuari y Caura y de varios tributarios del
Alto Orinoco, nunca estuvieron, en su totalidad, bajo la ocupación militar
española ni sometidos a una explotación económica generalizada. El primer
contacto señalado entre los Ye´kuana y los españoles no se ubica en el siglo XVI, sino en la segunda
mitad del XVIII (1756-1761) por lo que la conquista representó un
acontecimiento tardío. La penetración Ye´kuana en la región del Paragua
representa una extensión reciente de su hábitat tradicional. Algunos grupos se
habrían establecido por primera vez en esta región en los años 1920, para
escapar de los trabajos forzados de recolección cauchera que el caudillo del
territorio Amazonas, Tomas Funes. Todo ello contribuyo a que el impacto
traumatizante y castrador de la conquista llego amortiguado, lo que les
permitió fortalecerse en sus estructuras psíquicas conscientes e inconscientes
de manera tal que han podido resistir en gran medida los empujes de la sociedad
mayoritaria.
La subsistencia de los Ye´kuana está basada en la
horticultura y la caza, pero también la pesca junto con la recolección de
frutas silvestres juega un papel importante en su economía. La yuca amarga (Manihot esculenta)
es la base de toda la alimentación, pero el maíz (Zea mays),
los plátanos, los cambures (Musasea
sp) y la piña se cultivan también. El perro es el animal domestico más
común.
Los hombres cazan, preparan el conuco, plantan,
fabrican hamacas, cestas, alfarería y curiaras. El trueque interétnico es de
gran importancia.
Para Civrieux (1970) las relaciones comerciales constituyen un factor importante de asimilación
reciproca de nuevos elementos culturales, no solamente material sino también
mitológico. Muchos mitos viajan de etnia en etnia, intercambiándose junto con
las mercancías. Por medio de transacciones sucesivas, las mercancías y los
mitos relacionados con ellas, viajan muy lejos de su lugar de origen, pasando
repetidas veces de mano en mano y de boca en boca. En la mayoría de los casos,
los objetos de canje van acompañados de “pasaportes culturales” que son sus
respectivos “mitos de origen”. Todo artefacto o producto desconocido adquirido
del extranjero, es objeto de desconfianza o temor mágico; todo aquello que no
es autóctono y no está bien conocido, es inquietante y peligroso; se supone que
puede tener origen demoníaco y trasmitir fuerzas malignas. Para ser conocido y
reconocido un producto nuevo debe ser “explicado”, y su única explicación
valida es su mito de origen.
El grupo local ocupa una vivienda comunal (ëttë) de
gran tamaño, en la cual las familias nucleares ocupan puestos fijos y
separados. El centro del ëttë sirve para las comidas comunales y como sitio en
donde los hombres solteros y los viejos cuelgan sus chinchorros.
Watunna es el nombre Ye´kuana de la tradición mítica de la etnia,
su iniciación religiosa. El Kahitiana (jefe o cacique), con otros ancianos del
grupo social, transmiten el Watunna con gran esmero y paciencia, a los varones
jóvenes, como una parte muy importante de su iniciación total; esa tradición
una vez conocida les permite ingresar como miembros en la “Sociedad de los
Hombres”. En algunos casos, los ekamahatedi – cuentos o relatos individuales
cuyo conjunto forma el Watuna – son evocados y recitados solemne y ritualmente
por el propio huhai (shaman) lo que indica el carácter sagrado,
mágico-religioso, de dicha enseñanza. Podemos, por lo tanto, traducir Watunna
por “Iniciación”, “Tradición” o, también por “Mitología” (Civrieux, 1970).
Referencia
Piñerúa, F. (2005). Imagen
del Indígena Venezolano. Caracas: La Casa Tomada.
CULTURA YE´KUANA
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio
CULTURA YE´KUANA
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio
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