El pueblo de Birongo está
ubicado en el municipio Brión del Estado Miranda, Venezuela. Este pueblo es
conocido por ser residencia de prestigiosos brujos, descendientes directos de
los africanos subsaharianos traídos a Venezuela en condición de mano de obra
esclavizada, o como también se dice es el pueblo de los brujos, al respecto
queremos hacer algunas precisiones en cuanto al origen de su nombre.
Birongo, según Fernando
Ortiz, es palabra de origen yoruba, “compuesta de las voces bi, iron, go esto
es: bi, causa de sufrimiento, irón: persona enferma, disgustada, abatida, y go,
esconder, ocultar; de modo que birongo quiere decir: Causa oculta del
sufrimiento de una persona enferma o abatida”. Al respecto debemos comentar que
los habitantes de la zona son de origen bantú, por lo que son herederos de otra
tradición lingüística y cultural.
Ahora bien, en lengua Caribe
la voz waronga-ye, significa bambú,
árbol del bambú, y, efectivamente, aquel lugar aludido se caracteriza por sus
frescos y tupidos bambuales (Sojo, 2008).
En conversación con Manuel Salcedo, investigador
y habitante de la zona barloventeña pude enterarme que actualmente cuando se
habla de un bilongo, se habla de una celebración de carácter religioso donde se
baila y canta por el bien individual o colectivo. Mientras que un bantú es
cuando se hacen práctica espiritual por el bien de alguien o de la comunidad.
Esto evidentemente se relaciona directamente con el animismo bantú donde bilongo es una fuerza vital que puede
entrar en un objeto, creencia muy relacionada con el fetichismo sudanés. Estos actos se realizan en la cumbe, un espacio libre
donde se ora e implora por el bien de la comunidad.
En Venezuela el embós
africano que denominan bilongo en Cuba, Ouanga en Haití y Jamaica, y Feiticao
en Brasil, se conoce con el nombre de daño. Se dice: “tal persona sufre de un
daño”. El daño, como dice nuestro pueblo, tiene intimas conexiones con el
tenebroso ouanga haitiano. Es el
consabido bojote dejado con malévola intención tras la puerta de la “victima”.
El bojote es frecuentemente un paquete de hojas e inmundicias que de acuerdo a
las creencias sólo surte efecto en la persona a quien va destinado (Sojo,
2008).
En nuestro medio se
desconocen las abigarradas figuras de los fetiches africanos tan comunes entre
los negros del Brasil y de las Antillas. Puede decirse que tales cultos de
origen africano se manifiestan tan solo en el fanatismo religioso que relaciona
la eficacia de las imágenes con la infalibilidad de fórmulas y oraciones
exorcista. El criterio primitivo religioso linda con el trance místico que
confunde la fe religiosa con el ícono determinado (Ob.
cit).
Este bilongo de que habla
Sojo está relacionado con la santería cubana de origen yoruba y muy cercano conceptualmente
al vodú haitiano de origen ewe-fon y si bien el término fonéticamente es igual
dista significativamente de la concepción bantú de bilongo, pues son diametralmente opuestas, como podemos constatar
en la definición de uso dada por Manuel Salcedo y la correspondiente al
animismo bantú.
Referencia
Piñerúa, F.
(s/f). En Torno a San Juan Congo.
Caracas: Investigación en curso.
Sojo, J. (2008). Temas y Apuntes Afrovenezolanos.
Caracas: Fundación Fondo Editorial Simón Rodríguez.
AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Trinemily Gavidia Arguinzones
FOTOGRAFÍA: Félix Piñerúa Monasterio
Me gustaría ir ha conocer ha birongo
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